miércoles, 29 de junio de 2022

COFRADÍA DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD

 

           COFRADÍA DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD

                                    MALAGA    

                

                                                                                Manuel Garrido Jiménez

                                                                                Málaga

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------  SALVACIÓN DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD EN 1936.

-LA REAL, MUY ILUSTRE Y VENERABLE COFRADÍA DE NAZARENOS

   DENUESTRO PADRE JESÚS  CAUTIVO, MARIA SANTÍSIMA DE LA

   TRINIDAD CORONADA Y DEL GLORIOSO APOSTOL SAN PABLO.

 

-LA COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y

-MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD.

-TRONOS

-MUSEO Y PATRIMONIO.

-¿POR QUÉ ES BLANCA LA TÚNICA DEL CAUTIVO?

-TRASLADO DEL CAUTIVO

-EL PUEBLO 

 

       SALVACIÓN DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD EN 1936



   Todo comienza a principios de 1934, un grupo de jóvenes de Acción Católica del barrio de la Trinidad: Julio Cabrera Orellana, José Carrasco Castilla, José María Martín del Nido, Adolfo Garín Sarmiento, José Antonio Luque Martín, Salvador Luque Martín, Ricardo Ballesteros Gálvez, José Rodríguez Pérez y Ramón Donate de la Barrera-Caro, bajo la dirección espiritual de D. Antonio Hidalgo Vilaret (párroco), se reunieron en una de las aulas de la antigua Escuela del Ave María, sita en aquel momento en el Pasillo de Natera, donde se encontraba provisionalmente la Parroquia de San Pablo, al haber sufrido el edificio de la iglesia serios daños tras los sucesos acontecidos en Málaga con la quema de iglesias y conventos en mayo de 1931, para crear una hermandad que diese culto a una imagen mariana cuya advocación fuese la Virgen de la Trinidad, en alusión al nombre del popular barrio malagueño que, a su vez, lo tomó del convento de trinitarios calzados, llamándose “Cofradía de culto de María Santísima de la Trinidad.

   En primer lugar, adquirieron en un anticuario instalado en calle Álvarez, la talla de una Dolorosa por el precio de 200 pts. Era una escultura de autor anónimo que, según algunos historiadores databa del siglo XVIII y que, originalmente, como las dolorosas malagueñas de su época, presentaba las manos unidas.
   Unos de los nombrados al comienzo José Carrasco Castilla, llegó a ser primer teniente hermano mayor y más tarde hermano mayor de la hermandad trinitaria, Pero lo verdaderamente curioso, es lo ocurrido años después «Con el estallido de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, fue el sacristán a avisar a José Carrasco Castilla y le dijo: “seguramente van a venir a quemar otra vez la iglesia y va a pasar como en el año 1931.” ¿Qué te parece si sacamos de allí algunos de los santos? En la noche del 19 sacaron las imágenes de la Trinidad, de la Virgen de los Dolores (ambas de madera), de un San José y de una Inmaculada (las dos de escayola) y las metió en la carnicería que regentaba en la calle Trinidad, esquina a plaza de Montes. En el fondo tenía una habitación con los tocinos salados, allí en unos sacos la escondió.

   Pasaron unos días y entonces hubo un soplo a los milicianos de que Pepe el carnicero, el beato, tenía que haber sacado las imágenes de San Pablo. Fueron a por él a la carnicería, era casi de noche. En esos años la carnicería se abría sólo por las mañanas. Entraron y cuando encendieron la luz se dieron cuenta que en la entrada no había nada. Vieron un corredor oscuro en el que no había bombilla, entraron dos y preguntaron: ¿allí qué es lo que hay?, contestando José Carrasco Castilla: tocinos. Uno de ellos, al entrar, no vio nada. Esa misma noche las dos imágenes, la de la Trinidad y la de los Dolores, fueron metidas en unos canastos y a hombros se las llevaron al pasaje de Zambrana y en el patio de la casa donde habitaba la familia Carrasco se hizo un agujero y allí se metieron envueltas en sacos y se enterraron. El señor Carrasco Castilla se fue a Benalmádena, hasta el 8 de febrero de 1937, en que Málaga fue liberada del Ejército miliciano. La imagen de la Virgen volvió a la iglesia de San Pablo en la parte habilitada para el culto.1 

   En 1937, se reorganiza la hermandad modificando sus estatutos y convirtiéndola en cofradía pasionista. Asimismo, en 1938 se encargó la talla de un Cristo a José Martín Simón. El 19 de marzo de 1939 fue bendecida como Nuestro Padre Jesús Cautivo, concebido inicialmente como Ecce-Homo ataviado únicamente con el paño de pureza. Sin embargo, el Obispado de Málaga no aceptó que fuese tan descubierta, lo que propició que se le vistiese con la señera túnica blanca. El 12 de noviembre de 1939 fue admitida en la Agrupación de Cofradías, adjudicándole el Lunes Santo como día de salida procesional. La cofradía adquirió una imagen de la Virgen en 1968 (en un anticuario del s XVIII) que sustituiría a la que desde 1934 había sido la titular. La Virgen de la Trinidad había sido tallada por Francisco Buiza Fernández en 1963. En 1983 se inaugura la casa hermandad.  Desde 1989, por concesión del Rey Juan Carlos I, ostenta el título de Real. La Iglesia de Málaga concedió a la Virgen su Coronación Canónica, un acontecimiento vivido el 21 de octubre de 2000.

   Nuestro Padre Jesús Cautivo es una obra del escultor José Martín Simón realizada en 1939.  El trono sobre el que procesiona está realizado en caoba y plata repujada en el año 1953. María Santísima de la Trinidad Coronada fue realizada por Francisco Buiza en 1963.

 

 

1   CARRASCO CASTILLA, José. Salvación del Cautivo y la Trinidad en la

                                                                 Guerra Civil española del 36

2  PALOMO Alberto.  Revista Pasión del Sur.  Art.  13

Procesiona sobre un trono de orfebrería realizado por talleres Villarreal en 1971 según diseño de Juan Casielles y fue ampliado con posterioridad por Cristóbal Martos. El manto fue realizado por los talleres de Joaquín Salcedo en 2008.  El palio, del mismo autor y bordado en oro sobre terciopelo malva, se encuentra en proceso de ejecución desde 2015. Los nazarenos del Cristo procesionan con túnica y capirote de raso blanco, cíngulo dorado y escapulario. Los de la Virgen salen con túnica y capirote de raso malva, cíngulo dorado y escapulario.

      En 1939 se incorporó Nuestro Padre Jesús Cautivo, obra de José Gabriel Martín Simón, a la Cofradía y, a finales de ese mismo año, es admitida en la Agrupación de Cofradías.

 

      LA COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y

          MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD. (1938 – 1940

 

   Dejando a un lado las consecuencias de la guerra que han sido estudiadas suficientemente por especialistas en la materia, nos adentramos en la fecha de un nuevo arranque procesionista en Málaga.  Sería, pues, el Viernes Santo 26 de marzo de 1937 con la procesión de la Virgen de Servitas, cuando se iniciaría la “reconstrucción” de una Semana Santa diferente a las precedentes (a 1931 y a 1935), tal como la conocemos en la actualidad, con algunos matices significativos, pero manteniendo la misma esencia.

   Este impulso sirvió de acicate para que muchas cofradías y hermandades aletargadas o desaparecidas (a causa de la represión de la que habían sido objeto sus cofrades) volviesen a revitalizarse.

   Reflejamos los distintos criterios defendidos por cofrades e historiadores sobre algunos aspectos que están comprendidos en este periodo. (1938 – 1940) Encontramos dos opiniones, muy parecidas, de autores que relatan cómo surgió la idea del encargo de la imagen del Señor.

   La primera nos ofrece la cofrade y escritora local, Dolores Carrera Hernández. “Liberada Málaga y una vez que la Virgen estuvo expuesta al culto, pensaron aquellos hombres en lo que ellos llamaban “el cautiverio” que había tenido la Imagen y decidieron añadir a la cofradía ya existente de María Santísima de la Trinidad un Cristo bajo la advocación de Cautivo. Esta vez pensaron no sólo con el fin de darle culto interno, sino también de carácter de hermandad de Pasión, integrándose en la Agrupación de Cofradías.  El nombre de cautivo fue elegido por dos razones.

La primera, por haber estado la Virgen “cautiva” durante esos siete primero meses de guerra civil, y la segunda y más importante, por tantos cautivos como por desgracia habían existido en España.”

   La siguiente opinión es la del profesor Agustín Clavijo García, quien afirmaba que,:

“En torno a esta Hermandad del Barrio de la  Trinidad se van aglutinando un grupo de cofrades que deciden completar el sentido iconográfico de la misma añadiendo al título de María Santísima de la Trinidad el Jesús Cautivo justificado por el obligado cautiverio por el que tuvo que pasar la bella imagen trinitaria, aunque se quiso también alegar otras connotaciones históricas relacionadas con la recién acabada Guerra Civil.

 

                                                          TRONOS  

 

   El trono con el que sale el Señor en Semana Santa, es obra de Seco Velasco (1953) Faroles de Santos Campanario (1993) Arco de campana y cabezal de varal, de J. Brihueba, (1986-87) Lo portan en procesión, 252 hombres de trono.  El trono de la Virgen de la Trinidad es de Villarreal, bajo diseño de J. Casielles del Nido. (1972) El palio color malva, bordado en oro por las R.R.M.M. Adoratrices (1986) Corona de plata sobredorada, marfil y brillantes. En 1996 Jesús Cautivo presidió un Vía-Crucis extraordinario organizado por la Agrupación de Cofradías. En el año 2000, María Santísima de la Trinidad fue coronada canónicamente.

   Cuando la cofradía fue fundada en 1934, se hizo únicamente en torno a la Virgen de la Trinidad, pero también fue encargada una imagen cristológica al escultor granadino José Gabriel Martín Simón, que fue incorporada a la cofradía en 1939.  Se trata de una escultura de Jesucristo con una altura de 177 cm. Y realizada en madera policromada.  Se encuentra maniatado, con la mirada orientada hacia el suelo.  Viste túnica blanca con cíngulo dorado, escapulario de la orden trinitaria (como redentor de cautivos) y potencias de oro de ley.  Durante su estación de penitencia es portado por 252 hombres que visten túnica de color blanco y cíngulo dorado, en un trono tallado en madera de caoba con aplicaciones en plata repujada, obra de Manuel Seco Velasco en 1953 siguiendo su propio diseño.

   Después de la Guerra Civil de 1936, se consigue salvar la imagen de la Trinidad, enterrándola un devoto de ésta en el jardín de su casa.  En 1939, ya habiendo terminado la Guerra Civil, se decide la modificación de los Estatutos, para formar una hermandad de Culto y Procesión y añadir a un titular cristífero: Jesús Cautivo.

   La imagen fue encargada a Martín Simón, quien la realizó en 1938 a cambio de 2.000 pesetas. Quién diría que esta cantidad de pesetas iban a dar tanta fe y tanta devoción al barrio de la Trinidad y a Málaga entera con el paso del tiempo. Esas 2.000 pesetas fueron pagadas por los vecinos del Barrio de la Trinidad, de forma que, desde el primer momento, vieron en este Cristo, como algo en que tener fe en aquellos difíciles años de la posguerra.

   Después de numerosas dificultades para poder bendecir la imagen (no contaba con el apoyo del Obispado por su mala calidad artística, y su forma amanerada), se pudo bendecir el 1 de Abril de 1939. La imagen, aunque estaba destinada a no ser vestida, acabó estándolo, siempre por una túnica blanca. Actualmente, siempre que se nombra al Cautivo, se le asocia rápidamente su túnica blanca, algo de lo que es imposible separarle.  En el año 1939 se realiza la primera salida procesional de la cofradía por la feligresía del barrio de la Trinidad. A partir de la fecha de esta primera salida procesional, el número de devotos y hermanos de la cofradía va creciendo. El Lunes Santo de 1940 las calles estaban desiertas, ya que por estas fechas solo se procesionaba la cofradía de Gitanos, así que tenían el camino libre para poder procesionar.

   La virgen llevaba un manto blanco bordado en oro. En esta primera salida procesional de 1940 por las calles de Málaga empezó a mostrarse el fervor por el Cristo de la túnica blanca, algo que todavía continúa en nuestros días.

   En el año 1941, el Cautivo y la Trinidad salen en tronos diseñados aunque inacabados. La Virgen iba sin palio.  En 1942 se celebró la primera popular misa de Alba, que dura hasta nuestros días, celebrándose después el traslado de los titulares hacia sus tronos. La lluvia del año 1943 provocó una gran pérdida de enseres y daños en la hermandad, cuyos daños ascendían a la cantidad de 3.000 pesetas (aproximadamente).

 

 

 

 

 

 

    1 CEREZO, Alejandro.  Revista Pasión del sur Cpit.  13  

    2 CEREZO, Alejandro.  Revista Pasión del sur Cpit.  13 

 

 

   Un año más tarde, en 1944 se estrenaba un gran trono, de mejor calidad artística, para María Santísima de la Trinidad.

   No habían pasado ni cinco años desde que el Cautivo salió por primera vez en procesión, cuando ya era un auténtico fervor entre la gente, poseyendo una espléndida devoción. Cerca de 10.000 personas lo acompañaban por aquél entonces a este Cristo milagroso.

   La cofradía fue asentándose en la Semana Santa malagueña y en el año 1953 se estrenó el nuevo y actual trono, para el Cautivo, obra de Seco Velasco. Ese mismo año también se va a estrenar aunque sin completar uno de los tronos más grandes que ha conocido la Semana Santa malagueña: el trono de la Trinidad.

  Un auténtico retablo andante obra de los tallistas Victoriano Pérez Aranda, Rafael Reigal Guerrero y en menor medida, Pedro Pérez Hidalgo. El encargo se firmó en 1952 con Pérez Hidalgo, para que este lo finalizase para el año 1954, aunque lo cierto es que el citado tallista estuvo trabajando en el hasta 1956, año en que vuelve a procesionar sin acabar.

   Esta demora conlleva que la cofradía decida firmar un nuevo contrato con Rafael Reigal en 1957 para darle el impulso definitivo al trono. De esta manera, serán Rafael Reigal y Victoriano Pérez los artistas encargados de finalizar esta obra en el periodo de 1957 hasta 1959.

   Del trabajo inicial de Pérez Hidalgo, quedarán muy pocas partes en la obra final, debido al poco avance que había sufrido el trono cuando estaba a su cargo y por el reemplazo de otras piezas cuando pasó la realización del trono a estar a cargo de estos otros dos tallistas. Es por todo ello, que la impronta final y el carácter monumental de esta obra fue dada por Victoriano Pérez Aranda y Rafael Reigal Guerrero.1

 

ESCULTORES. Resumen

Cristo

Imagen: José Gabriel Martín Simón, 1934.
Trono: Seco Velasco, 1953.
Faroles: Santos Campanario, 1993.
Arco de campana y cabezas de varal: J. Brihuega, 1986-1987.

 

 

1 A.M.M.  CAUTIVO Y TRINIDAD,  Tomo I.  pags.  166 - 167              

 

Virgen

Imagen: Francisco Buiza, 1968.
Trono: Talleres Villarreal, diseño: J.Casielles del Nido, 1972.
Candelería, ánforas, cabezas de varal y arco de campana: J.Brihuega, 1987.

Barras de palio: Talleres Villarreal.
Palio color malva, bordado en oro: R.R.M.M. Adoratrices, 1986.
Manto del mismo color: Joaquín Salcedo Canca, 2008.
Peana: Maestrante, diseño: J.Castellanos.
Corona de plata sobredorada, marfil y brillantes: Hnos. Delgado López, 2000.

 

   En 1953 también, la cofradía se vincula con los Cuerpos de Regulares de Melilla nº52 y Ceuta nº54.  En 1968 se sustituye la primitiva imagen del siglo XVIII de la Trinidad,  por una nueva de Francisco Buiza. (según los hermanos de la cofradía, aquella imagen primitiva, era de un tamaño muy pequeño para las dimensiones del trono que se estaba construyendo y posiblemente resultaría un conjunto poco armónico)  Esta nueva imagen se procesiona en el trono de Victoriano Pérez, Rafael Reigal y en menor medida de Pérez Hidalgo, hasta el año 1971, año en el que se procede al cambio de trono, obra de los talleres de Villarreal bajo diseño de Juan Casielles. Una verdadera pena, ya que el antiguo trono representaba los clásicos valores de la Semana Santa malagueña.

   Ya en la década de los 80, se construye la Casa Hermandad del Cautivo, creándose la plaza de Jesús Cautivo. A finales de esta década de 1980, los reyes de España conceden a la cofradía del Cautivo el título de "Real". Pero la historia de esta cofradía no termina ahí, 11 años más tarde, en el 2000 se corona canónicamente a la cotitular mariana de la cofradía, María Santísima de la Trinidad, en una impresionante misa, celebrada en la Catedral el 21 de octubre.

   Este acontecimiento pasará a la historia de esta cofradía. Una cofradía que empezó desde 0 en el año 1934 y que ha llegado hasta las cotas más altas a los 70 años de su fundación. Sin duda la cofradía tiene que agradecer este crecimiento a las imágenes titulares: el Cautivo y la Trinidad, auténticos iconos de fe de Málaga.

 

                        MUSEO  Y  PATRIMONIO

   El museo está situado en el barrio de la Trinidad, en la Plaza de Bailén. Cuenta con seis salas repartidas en 327 metros cuadrados, en las que se exponen las principales

piezas del patrimonio histórico y artístico de la Hermandad, incluida la primitiva imagen de la Virgen de la Trinidad.

   LA COLECCIÓN.-  La primera sala del museo con el nombre de “La Promesa” introduce al visitante en el ambiente cofrade, la devoción y culto a sus imágenes, contando como pieza principal la antigua imagen de de la Virgen de la Trinidad, sustituida a finales de los años sesenta por la nueva obra de Francisco Buiza.

   La sala “Trinitas” dedicada a la Virgen de la Trinidad, dispone de cuadros y paños de bocina de gran valor artístico.  En sus instalaciones, también encontraremos las sayas con las que se viste a la Virgen, y un manto bordado con hilos de oro.

   La sala “El Señor de Málaga” está dedicada al Cristo y su ajuar, destacando las potencias de oro, entre las que se encuentran las de un autor anónimo del año 1945 con una altura de 15 centímetros.  También se puedes ver los diferentes escapularios y túnica de color blanco (“túnica de ángel”) del mismo color que lucen los nazarenos del Cristo.

   “CORONACIÓN CANÓNICA”.- Es la sala donde se explican las celebraciones de la coronación canónica  de la Virgen de la Trinidad en el año 2000 y su importancia, no sólo patrimonial, sino también documental.  Se pueden ver en este museo tanto la impresionante corona de la Virgen como el libro de oro de la coronación.   En la sala “75 aniversario” podemos ver parte de la historia y los primeros setenta y cinco años de vida que se celebraron en 2009.   Pero el mayor patrimonio que se le puede asignar a esta cofradía, (bajo el punto de vista del que suscribe) son los más de doscientos cincuenta mil penitentes que cada año acompañan al Cautivo el lunes Santo cuando recorre las calles de Málaga luciendo su túnica blanca de ángel que al movimiento de los hombres de trono en sus mecidas, parece que el señor de Málaga va caminando.

 

 

            ¿POR QUÉ ES BLANCA LA TÚNICA DEL CAUTIVO?

 

   Según parece, la idea de los cofrades de la Trinidad, cuando encargaron en 1938 al escultor José Martín Simón la talla de Jesús Cautivo, era la de venerado como Ecce Homo, lo que implicaba exponerlo sin prenda o a lo sumo arropado en una clámide, de ahí que su cuerpo presente en estudio anatómico, prescindible si se hubiese concebido desde un principio para ser revestido.

   La entonces comisión de arte que velaba por la calidad de las obras religiosas que se pretendían bendecir expuso varios reparos para aprobar la imagen, aunque todo parece indicar que el inconveniente de mayor peso fue precisamente la desnudez que ostentaba.       Estos escrúpulos puritanos obligaron a los cofrades a aceptar que fuera sobrevestido para lo que se tuvo que recurrir apresuradamente a confeccionar una túnica que cosió Ana Carrasco Castilla, hermana de uno de los fundadores de la Hermandad trinitaria.  Para ello se recurrió a unos metros de tela blanca, que en aquella difícil situación de carestía, lo único que encontraron disponible en los almacenes que Modesto Escobar poseía en el barrio de Capuchinos.  Lo que fue fruto de la improvisación acabó siendo un poderoso imán para captar la devoción del pueblo malagueño, desde aquella jornada del 19 de marzo de 1939 en que se bendijo el Señor.

    Los cofrades acceden a José Suárez Reina, canónico de la Catedral, que había sido confesor de la Reina Victoria Eugenia –mujer de Alfonso XIII–. «Su intersección consigue que el obispo Don Balbino Santos acceda a la bendición de la imagen siempre que sea cubierta por una túnica», explica Ignacio Castillo, hermano mayor de la cofradía de El Cautivo. Por la carestía de medios tras la Guerra Civil –corría el 1939– la única tela que consiguieron era de lanilla blanca. Nace la figura que hoy se conoce de El Cautivo, «Señor de Málaga».

«Con esta túnica sale en 1940 y causa impacto en el pueblo, porque estaban acostumbrados a ver imágenes revestidas con riquísimas túnicas de terciopelo y bordadas en oro», remarca el Hermano Mayor, quien asegura que la gente se vio identificada por esa imagen de un Jesús «pobre y sencillo», que fue encumbrado como «Señor» del populacho. Aquella prenda confeccionada por Ana Carrasco con telas del taller de Modesto Escobar en la Alameda de Capuchinos ha creado uno de los iconos más reproducidos de la ciudad.

   La negativas, por parte del Obispado de Málaga, han marcado la historia de esta cofradía. La autoridad eclesiástica negó también la bendición de la imagen de la Virgen, porque «la Trinidad es Dios». A través de los frailes trinitarios de Antequera los hermanos consiguen argumentar la propuesta por la cual señalaban que «efectivamente la Virgen no era Dios, pero sí era hija del Padre, madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo». Consiguieron con esto que la Virgen fuera Trinidad en honor al barrio en 1934. En un principio nació como cofradía de Gloría, tras la vuelta a la actividad y la recuperación de la Virgen, enterrada en el patio del hermano mayor durante años por miedo a las represalias republicanas, se decide que sea una cofradía de Penitencia.

La barriada venera a sus titulares desde que en el 1938 volvieran a estar presentes entre ellos. «Orgullo trinitario», se oye en honor a los monjes que lo fundaron, le dieron nombre y consiguieron hacer patrona a «la primera advocación de la Trinidad que se bendijo en el mundo». La lluvia de claveles y los vítores en el traslado así lo demuestran.

   La Hermandad de El Cautivo es la «reina» del Lunes Santo malagueño. Fundada en 1934, en torno a la imagen de la Virgen de la Trinidad, ofrece al pueblo cada año al «Señor de Málaga». La imagen es la más venerada de la Semana Santa de la ciudad. Desde el barrio de la Trinidad, cuyo origen se remonta a Isabel La Católica y a la toma de la ciudad, llega a través del Puente de la Aurora Jesús Cautivo. Avanza alentado desde los balcones, bajo el rezo de las monjas y seguido por una marea de fieles que le presentan devoción y respeto.

Tras su balanceo y la mecida de su túnica, un halo de misticismo se conjuga con el humo de los incensarios. «Es un poderoso imán devocional desde su bendición en 1939», afirma Ignacio Castillo, quien asegura que el sobrenombre de «Señor de Málaga» se recoge ya en las primeras crónicas periodísticas sobre su salida en 1940. Unos escritos que ya hablan de la infinidad de personas cumpliendo promesa que siguen a esta imagen. «Son una de las señas de identidad de esta cofradía», remarca Castillo. 1

   José Jiménez Guerrero, doctor en Historia Contemporánea y pregonero de la Semana Santa de 1998, cree que el fervor a Jesús Cautivo hay que estudiarlo desde el origen devocional del barrio de la Trinidad, con la incorporación del Señor del Santo Suplicio a la Hermandad de la Amargura (Zamarrilla). Se trataba, sin duda, de una de las más logradas obras del escultor Antonio Castillo Lastrucci, tallada entre 1925 y 1926, y desaparecida en los sucesos de 1931. Su semblante melancólico, la caída de las manos, en actitud de sumisión, y otros resortes escultóricos que reforzaban la ‘humanización’ de la imagen dejaban claro que la pieza en cuestión estaba llamada a aglutinar la devoción pasionista de los vecinos de la Trinidad. 2

 

1 ARCHOVO DE LA COFRADÍA.  MADUEÑO, J.J.   Cuando la Iglesia negó al Señor  de Málaga

2 JIMÉNEZ GUERRERO, José.   Cautivo y Trinidad Tomo I.  Pag.  170          

 

                             TRASLADO DEL CAUTIVO

 

 

   El Lunes Santo, desde que las primeras luces de la aurora comienza a asomar sus blandos rayos por el horizonte, ya habían sacado al Señor de Málaga junto a su Madre, a las calles del barrio en su traslado en andas para colocarlos en el trono sobre el que más

tarde mostrarán su imagen a todos los malagueños.

   Pero donde todo el acto alcanza su punto más álgido, es en la visita que el Cristo y María de la Trinidad realizan al Hospital Civil.  Este acto, que cada años se repite por costumbre popular, contiene un gran significado humano, ya que cuando el Cristo y su madre llegan al centro de salud, salen los enfermos en sus sillas de ruedas e incluso en sus camillas, ayudados por el personal sanitario del centro.  También aquí durante el acto, les cantan algunas saetas poniendo en ello toda su alma.

     Si hay un lugar en Málaga en el que la devoción a Jesús Cautivo alcanza una altura de vértigo, ese es el Hospital Civil. Desde hace años, todo el hospital espera la llegada del Señor de Málaga cada Sábado de Pasión –anteriormente lo hacía el mismo Lunes Santo–. Pacientes, personal sanitario y administrativo esperan con ilusión que, por una vez, el portón del recinto dé la bienvenida al Cautivo en lugar de a las ambulancias.

   La rutina cambia y todos esperan con alegría, y no con incertidumbre, al próximo visitante. Es un día de fiesta marcado en los calendarios del hospital, y se nota.

   La relación entre el Señor de Málaga y el hospital comienza a principios de la década de los años 70, cuando en calle Sevilla, una de las arterias principales del barrio de la Trinidad, se inaugura el Centro de Diagnóstico y Tratamiento Jesús Cautivo. Realmente, la vinculación no comienza con el hospital sino con este centro. Más allá del nombre, la hermandad empieza en 1972 a tomar contacto con la institución y cada Lunes Santo el Señor, en Su traslado, visita la instalación. Al principio se trataba de un gesto amable, que consistía en acercar las andas con las imágenes al centro; pocos años después empezó a fraguarse el acto, más comprometido e íntimo, que se asemeja a lo que hoy conocemos.

   Miles de personas acompañan al Señor de Málaga en la misa del alba y su visita al Hospital Civil. El obispo llama a «extirpar los elementos extraños» en las cofradías.  La aurora se abría paso en el barrio de la Trinidad cuando las imágenes de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad cruzan el dintel de su sede canónica de San Pablo para presidir

la misa del alba, que es oficiada por el Obispo, acompañado de siete sacerdotes, entre ellos el vicario general y el delegado episcopal de Hermandades y Cofradías.  

   Al término de la misa, la banda sinfónica de la Trinidad interpreta la marcha “Alma de la Trinidad”.  

   A sus sones el trono se adentra en las calles del barrio donde los fieles depositan en el trono cientos de ramos de claveles rojos. Los devotos, asumiendo la petición que hizo la cofradía que dirige como hermano mayor Ignacio Castillo, no los lanzaron para evitar así dañar a la restaurada imagen, sino que se los dieron a los miembros de la comisión externa para que lo depositaran en las andas. 1

   Una de las novedades de este año es que la visita a los enfermos en el Hospital Civil no se hizo dentro del recinto como era habitual hasta el año pasado, sino que para hacerlo más visible a un mayor número de personas se desarrolló en las puertas de centro hospitalario. Una medida positiva que funcionó bien en gran parte a la buena organización por parte de la hermandad, que acotó los espacios para evitar tumultos y, paralelamente, facilitar la visión de este emotivo acto a un mayor número de fieles.

 

   La cofradía de nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad, tiene la enorme responsabilidad de mantener y fomentar la devoción al icono cristiano más venerado de la provincia.  La presencia del Cautivo en todos los estratos sociales geográficos y hasta religiosos de la ciudad, es un fenómeno antropológico tan difícil de explicar, como conmovedor para su naturalidad.

   Se podría afirmar que Málaga ve en el cautivo ciertamente las facciones de Jesucristo.  Del hombre de Nazaret que murió en la cruz y cuyo rostro los cristianos andan buscando con cada vivencia.

 

                                            EL PUEBLO.-  

 

   El pueblo es el conjunto de personas, y es también la gente común.  Todos somos pueblo y lo que quiere y siente es esa pasión indefinible que se hace medalla para la calidez del pecho. La figura del Cautivo que enmarcada es un fondo de arabescos, rocalla, curvas delicadas que remiten a los bordados del manto de una Virgen.   Cada uno en el sector de su corazón va detrás, lo sigue con una fe que no entiende de teología, ni falta que hace.  Es la fe sensorial y profunda al mismo tiempo, es la fe más pura y más sencilla.  El pueblo en masa, a miles, en la estela blanca, en la armonía del movimiento perfecto que los hombres de trono le dan.  El pueblo siempre y por siempre con su Cautivo, el de todos.

   Ocho y cuarto de la noche y la cruz guía del Cautivo se planta en la Trinidad. La expectación es máxima. Parejas y parejas de nazarenos blancos empiezan a abrirse paso en un barrio en el que existe un nerviosismo apenas contenido.

   La calle Carril se volvió a ensanchar una vez más. La vieja dama de la Trinidad recibió a su hijo más ilustre, a Jesús Cautivo. Pocos momentos hay con tanto significado en su itinerario como el recorrido por esta vieja vía del viejo barrio. La gran resistente de la Trinidad. La guardiana de la esencia del pueblo de Málaga.

   La fuerza de atracción del Cautivo es demoledora, desconcertante. Sin embargo, no esconde la presencia de su Madre que parece que está feliz con un segundo plano, sabedora de que Jesús es muy importante para salvar el mundo y el alma. Pero todos necesitamos ese espacio de intimidad y seguridad que proporciona una madre. El que ofrece la Virgen de la Trinidad, con sus nazarenos malvas advirtiendo que llega. Con la Banda Sinfónica Virgen de la Trinidad demostrando que hay que saber tocar un instrumento también con la devoción. Y con una mirada que traspasa el alma. Son muchas Misas del Alba desde que la descubrí, pero todas parecen ser la primera.1

    José Jiménez Guerrero, doctor en Historia Contemporánea y pregonero de la Semana Santa de 1998, cree que el fervor a Jesús Cautivo hay que estudiarlo desde el origen devocional del barrio de la Trinidad, con la incorporación del Señor del Santo Suplicio a la Hermandad de la Amargura (Zamarrilla). Se trataba, sin duda, de una de las más logradas obras del escultor Antonio Castillo Lastrucci, tallada entre 1925 y 1926, y desaparecida en los sucesos de 1931. Su semblante melancólico, la caída de las manos, en actitud de sumisión, y otros resortes escultóricos que reforzaban la ‘humanización’ de la imagen dejaban claro que la pieza en cuestión estaba llamada a aglutinar la devoción pasionista de los vecinos de la Trinidad. 2

 

 

1 GARRIDO MORAGA, Antonio.  Pregonero del Cautivo en Semana Santa.

2 Jiménez Guerrero, José.  Doctor en Historia Contemporánea y    pregonero  de

  la Semana Santa de Málaga  de 1990

   En cambio, como bien apunta el profesor Jiménez Guerrero, el hecho de que sólo procesionara entre 1926 y 1931 fracturó esa posibilidad. «Jesús del Santo Suplicio se bendijo en la Aurora María, se procesionaba por el barrio; era la única escultura procesional de Cristo que pertenecía a la Trinidad, representaba una escena, como era el expolio, que se incardinaba en las características del barrio. 

   Sin embargo, las revueltas de mayo de 1931 variaron el curso de la historia», se lamenta el historiador malagueño, al tiempo que insiste en que ese “espacio devocional de Cristo” lo pudo llenar la Sentencia (la fraternidad se creó en 1929 en la iglesia de la Aurora María, mientras que en junio de 1931 se trasladó a San Pablo), «si bien su marcha a Santiago (1937) hizo inviable esa posibilidad» (el Cristo de los Milagros se hallaba en la parroquia de San Felipe Neri tras su bendición en marzo de 1939 por la destrucción de la ermita.) 

   La llegada de Jesús Cautivo lo cambió todo. A las características, a la puesta en escena con la túnica blanca, a la soledad de la imagen, a su “pobreza” (manifiesta sobre todo en comparación con otras imágenes) se unió algo que resultó definitivo. Y es que el pueblo cambió la concepción con la que había sido encargada  a Martín Simón. Además, era la única imagen de procesión del barrio trinitario. Y  la talla había sido costeada por la gente del barrio. En definitiva, de ser el “Señor de los Cautivos”, pasó a ser el “Señor Cautivo”.  Ambos conceptos bien podrían parecer un juego de palabras, pero en el ideario colectivo se consiguió cambiar una dinámica, dado que la efigie que identificaba al barrio trinitario «no podía ser utilizada con motivos políticos para identificar a unos prisioneros de guerra, por supuesto, de un solo bando. Un Cristo con las manos amarradas, con su pobreza, con sus características, era el espejo en el que se veían reflejadas las miserias y las ilusiones frustradas de miles de personas del entorno», argumenta José Jiménez.  Desde entonces, Jesús Cautivo fue el icono que aglutinó todas esas peticiones. «Con el paso del tiempo, la imagen se convirtió en seña de identidad de un grupo humano y de un espacio físico concreto. Y, por extensión, del mismo modo que en épocas pretéritas los iconos devocionales eran aquellos que estaban relacionados con la sanación de enfermedades, con las procesiones de rogativas (Virgen de la Victoria, Cristo de la Salud, Santos Patronos, etcétera.), en la posguerra, cuando esas manifestaciones de religiosidad prácticamente desaparecen, ese espacio de imagen de culto externo que arrastra a las personas, fue ocupado por una escultura pasionista, la que se convirtió, asimismo, en una imagen taumatúrgica: Jesús Cautivo.  Por extensión, la efigie dejó de ser exclusivamente del barrio para ser de la ciudad, concluye el profesor malagueño, no sin antes hacer una reflexión sobre la realidad actual. Y es que el hecho de que la capilla del “Señor de Málaga”, en la parroquia de San Pablo, sea un verdadero lugar de peregrinación diario, constituye un fenómeno digno de estudio ya que, a pesar de la época en la que se vive y los planteamientos que, desde algunos sectores, se quieren imponer, gran cantidad de personas seguimos confiando en una imagen que constituye un enlace visible entre el hombre y Dios.1

   Nuestro Padre Jesús Cautivo, conocido como El Cautivo, es una de las imágenes que más pasión suscita en la Semana Santa de Málaga. La talla de un Cristo apresado con una túnica blanca que se mueve al caminar, es la postal más tradicional del Lunes Santo en la capital malagueña. Más de 250 hombres son necesarios para portar su trono a hombros y ser los pies de una imagen que, quienes lo ven, aseguran que parece que camina.   No obstante, no fue hasta 1939, cuando el granadino José Gabriel Martín Simón presentó la talla de un Cristo de 177 centímetros de altura.  La talla de un Cristo apresado con una túnica blanca que se mueve al caminar es la postal más tradicional del Lunes en la capital malagueña. Más de 250 hombres son necesarios para portar su trono a hombros y ser los pies de una imagen que, quienes lo ven, aseguran que parece que camina.2   La Cofradía, ubicada en el barrio de la Trinidad, fue fundada en 1934 en torno a la Virgen de la Trinidad, que sale en compañía de El Cautivo. No obstante, no fue hasta cuatro años después cuando el granadino José Gabriel Martín Simón presentó la talla, y desde entonces, esa figura maniatada se convirtió en el centro de las plegarias y devoción de los malagueños que cada Lunes Santo se concentran en su camino para verlo mecerse sobre las calles y que lo acompañan en acto de promesa durante la procesión.  ¡“Viva mi Cautivo”! es el grito que más suena cada Lunes Santo en Málaga y este año no ha sido una excepción. Miles de personas se dieron cita en su recorrido desde la tarde noche hasta bien entrada la madrugada. Todo para ver al Señor de Málaga, que con su túnica blanca mecida por el viento se corona como emblema de la Semana Santa malagueña.

 

 

          1 A.M.M.     GARRIDO MORAGA, Antonio.  Pasión del Sur,  Cpt. 13

                   

          2 A.M.M.    CEREZO, Alejandro.  Pasión del Sur. Capt.  13

            

         

 

                            

                               BIBLIOGRAFÍA

 

 

 

 

A.M.M.  REVISTA  “PASIÓN DEL SUR”. 75 años de cofradías en Málaga

 

PORRES, Bonifacio Y GARCÍA, Ángel. “El Real Convento de la Trinidad”

 

ARCHIVO DE LA COFRADÍA DEL CAUTIVO.

 

GARRIDO, Manuel.  “Compendio de Una Época”

 

A.M.M.  “PASIÓN DEL SUR”   75 años de cofradías en Málaga

 

A.M.M..   CAUTIVO Y TRINIDAD.  Tomo I y II.

 

ALGO DE INTERNET

 

 

 

No hay comentarios: