COFRADÍA
DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD
MALAGA
Manuel Garrido
Jiménez
Málaga
----------------------------------------------------------------------------------------------------------- SALVACIÓN DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD EN 1936.
-LA REAL, MUY ILUSTRE Y VENERABLE COFRADÍA DE
NAZARENOS
DENUESTRO PADRE
JESÚS CAUTIVO, MARIA SANTÍSIMA DE LA
TRINIDAD
CORONADA Y DEL GLORIOSO APOSTOL SAN PABLO.
-LA COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y
-MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD.
-TRONOS
-MUSEO Y PATRIMONIO.
-¿POR QUÉ ES BLANCA LA TÚNICA DEL
CAUTIVO?
-TRASLADO DEL CAUTIVO
-EL PUEBLO
SALVACIÓN
DEL CAUTIVO Y LA TRINIDAD EN 1936
Todo
comienza a principios de 1934, un grupo de jóvenes de Acción Católica del
barrio de la Trinidad: Julio Cabrera Orellana, José Carrasco Castilla, José
María Martín del Nido, Adolfo Garín Sarmiento, José Antonio Luque Martín,
Salvador Luque Martín, Ricardo Ballesteros Gálvez, José Rodríguez Pérez y Ramón
Donate de la Barrera-Caro, bajo la dirección espiritual de D. Antonio Hidalgo
Vilaret (párroco), se reunieron en una de las aulas de la antigua Escuela del
Ave María, sita en aquel momento en el Pasillo de Natera, donde se encontraba
provisionalmente la Parroquia de San Pablo, al haber sufrido el edificio de la
iglesia serios daños tras los sucesos acontecidos en Málaga con la quema de
iglesias y conventos en mayo de 1931, para crear una hermandad que diese culto
a una imagen mariana cuya advocación fuese la Virgen de la Trinidad, en alusión
al nombre del popular barrio malagueño que, a su vez, lo tomó del convento de
trinitarios calzados, llamándose “Cofradía de culto de María Santísima de la Trinidad.
En primer
lugar, adquirieron en un anticuario instalado en calle Álvarez, la talla de una
Dolorosa por el precio de 200 pts. Era una escultura de autor anónimo que,
según algunos historiadores databa del siglo XVIII y que, originalmente, como
las dolorosas malagueñas de su época, presentaba las manos unidas.
Unos de
los nombrados al comienzo José Carrasco Castilla, llegó a ser primer teniente
hermano mayor y más tarde hermano mayor de la hermandad trinitaria, Pero lo
verdaderamente curioso, es lo ocurrido años después «Con el estallido de la
Guerra Civil, el 18 de julio de 1936, fue el sacristán a avisar a José Carrasco
Castilla y le dijo: “seguramente van a venir a quemar otra vez la iglesia y va
a pasar como en el año 1931.” ¿Qué te parece si sacamos de allí algunos de los
santos? En la noche del 19 sacaron las imágenes de la Trinidad, de la Virgen de
los Dolores (ambas de madera), de un San José y de una Inmaculada (las dos de
escayola) y las metió en la carnicería que regentaba en la calle Trinidad,
esquina a plaza de Montes. En el fondo tenía una habitación con los tocinos
salados, allí en unos sacos la escondió.
Pasaron
unos días y entonces hubo un soplo a los milicianos de que Pepe el carnicero,
el beato, tenía que haber sacado las imágenes de San Pablo. Fueron a por él a
la carnicería, era casi de noche. En esos años la carnicería se abría sólo por
las mañanas. Entraron y cuando encendieron la luz se dieron cuenta que en la
entrada no había nada. Vieron un corredor oscuro en el que no había bombilla,
entraron dos y preguntaron: ¿allí qué es lo que hay?, contestando José Carrasco
Castilla: tocinos. Uno de ellos, al entrar, no vio nada. Esa misma noche las
dos imágenes, la de la Trinidad y la de los Dolores, fueron metidas en unos
canastos y a hombros se las llevaron al pasaje de Zambrana y en el patio de la
casa donde habitaba la familia Carrasco se hizo un agujero y allí se metieron
envueltas en sacos y se enterraron. El señor Carrasco Castilla se fue a
Benalmádena, hasta el 8 de febrero de 1937, en que Málaga fue liberada del
Ejército miliciano. La imagen de la Virgen volvió a la iglesia de San Pablo en la parte
habilitada para el culto.1
En 1937, se reorganiza la
hermandad modificando sus estatutos y convirtiéndola en cofradía pasionista.
Asimismo, en 1938 se encargó la talla de un Cristo a José Martín Simón. El 19
de marzo de 1939 fue bendecida como Nuestro Padre Jesús Cautivo, concebido
inicialmente como Ecce-Homo ataviado únicamente con el paño de pureza. Sin
embargo, el Obispado de Málaga no aceptó que fuese tan descubierta, lo que
propició que se le vistiese con la señera túnica blanca. El 12 de noviembre de
1939 fue admitida en la Agrupación de Cofradías, adjudicándole el Lunes Santo
como día de salida procesional. La cofradía adquirió una imagen de la Virgen en
1968 (en un anticuario del s XVIII) que sustituiría a la que desde 1934 había
sido la titular. La Virgen de la Trinidad había sido tallada por Francisco
Buiza Fernández en 1963. En 1983 se inaugura la casa hermandad. Desde
1989, por concesión del Rey Juan Carlos I, ostenta el título de Real. La
Iglesia de Málaga concedió a la Virgen su Coronación Canónica, un
acontecimiento vivido el 21 de octubre de 2000.
Nuestro Padre Jesús Cautivo es una
obra del escultor José Martín Simón realizada en 1939. El trono sobre el que procesiona está realizado
en caoba y plata repujada en el año 1953. María Santísima de la Trinidad
Coronada fue realizada por Francisco Buiza en 1963.
1 CARRASCO CASTILLA, José. Salvación del
Cautivo y la Trinidad en la
Guerra Civil española del 36
2 PALOMO Alberto. Revista Pasión del Sur. Art.
13
Procesiona sobre un trono de orfebrería realizado por talleres Villarreal
en 1971 según diseño de Juan Casielles y fue ampliado con posterioridad por
Cristóbal Martos. El manto fue realizado por los talleres de Joaquín Salcedo en
2008. El palio, del mismo autor y
bordado en oro sobre terciopelo malva, se encuentra en proceso de ejecución
desde 2015. Los nazarenos del Cristo procesionan con túnica y capirote de raso
blanco, cíngulo dorado y escapulario. Los de la Virgen salen con túnica y
capirote de raso malva, cíngulo dorado y escapulario.
En
1939 se incorporó Nuestro Padre Jesús Cautivo, obra de José Gabriel Martín
Simón, a la Cofradía y, a finales de ese mismo año, es admitida en la
Agrupación de Cofradías.
LA
COFRADÍA DE NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y
MARÍA SANTÍSIMA DE LA TRINIDAD. (1938
– 1940
Dejando a un lado las consecuencias de la
guerra que han sido estudiadas suficientemente por especialistas en la materia,
nos adentramos en la fecha de un nuevo arranque procesionista en Málaga. Sería, pues, el Viernes Santo 26 de marzo de
1937 con la procesión de la Virgen de Servitas, cuando se iniciaría la
“reconstrucción” de una Semana Santa diferente a las precedentes (a 1931 y a
1935), tal como la conocemos en la actualidad, con algunos matices
significativos, pero manteniendo la misma esencia.
Este impulso sirvió de acicate para que
muchas cofradías y hermandades aletargadas o desaparecidas (a causa de la
represión de la que habían sido objeto sus cofrades) volviesen a revitalizarse.
Reflejamos los distintos criterios
defendidos por cofrades e historiadores sobre algunos aspectos que están
comprendidos en este periodo. (1938 – 1940) Encontramos dos opiniones, muy
parecidas, de autores que relatan cómo surgió la idea del encargo de la imagen
del Señor.
La primera nos ofrece la cofrade y escritora
local, Dolores Carrera Hernández. “Liberada Málaga y una vez que la Virgen
estuvo expuesta al culto, pensaron aquellos hombres en lo que ellos llamaban
“el cautiverio” que había tenido la Imagen y decidieron añadir a la cofradía ya
existente de María Santísima de la Trinidad un Cristo bajo la advocación de
Cautivo. Esta vez pensaron no sólo con el fin de darle culto interno, sino
también de carácter de hermandad de Pasión, integrándose en la Agrupación de
Cofradías. El nombre de cautivo fue
elegido por dos razones.
La
primera, por haber estado la Virgen “cautiva” durante esos siete primero meses
de guerra civil, y la segunda y más importante, por tantos cautivos como por
desgracia habían existido en España.”
La siguiente opinión es la del profesor
Agustín Clavijo García, quien afirmaba que,:
“En
torno a esta Hermandad del Barrio de la
Trinidad se van aglutinando un grupo de cofrades que deciden completar
el sentido iconográfico de la misma añadiendo al título de María Santísima de
la Trinidad el Jesús Cautivo justificado por el obligado cautiverio por el que
tuvo que pasar la bella imagen trinitaria, aunque se quiso también alegar otras
connotaciones históricas relacionadas con la recién acabada Guerra Civil.
TRONOS
El trono con el que sale el Señor en Semana
Santa, es obra de Seco Velasco (1953) Faroles de Santos Campanario (1993) Arco
de campana y cabezal de varal, de J. Brihueba, (1986-87) Lo portan en procesión,
252 hombres de trono. El trono de la
Virgen de la Trinidad es de Villarreal, bajo diseño de J. Casielles del Nido.
(1972) El palio color malva, bordado en oro por las R.R.M.M. Adoratrices (1986)
Corona de plata sobredorada, marfil y brillantes. En 1996 Jesús Cautivo
presidió un Vía-Crucis extraordinario organizado por la Agrupación de
Cofradías. En el año 2000, María Santísima de la Trinidad fue coronada
canónicamente.
Cuando la cofradía fue fundada en 1934, se
hizo únicamente en torno a la Virgen de la Trinidad, pero también fue encargada
una imagen cristológica al escultor granadino José Gabriel Martín Simón, que
fue incorporada a la cofradía en 1939.
Se trata de una escultura de Jesucristo con una altura de 177 cm. Y
realizada en madera policromada. Se
encuentra maniatado, con la mirada orientada hacia el suelo. Viste túnica blanca con cíngulo dorado,
escapulario de la orden trinitaria (como redentor de cautivos) y potencias de
oro de ley. Durante su estación de
penitencia es portado por 252 hombres que visten túnica de color blanco y cíngulo
dorado, en un trono tallado en madera de caoba con aplicaciones en plata
repujada, obra de Manuel Seco Velasco en 1953 siguiendo su propio diseño.
Después de la Guerra Civil de 1936, se
consigue salvar la imagen de la Trinidad, enterrándola un devoto de ésta en el
jardín de su casa. En 1939, ya habiendo
terminado la Guerra Civil, se decide la modificación de los Estatutos, para
formar una hermandad de Culto y Procesión y añadir a un titular cristífero:
Jesús Cautivo.
La imagen fue encargada a Martín Simón,
quien la realizó en 1938 a cambio de 2.000 pesetas. Quién diría que esta
cantidad de pesetas iban a dar tanta fe y tanta devoción al barrio de la
Trinidad y a Málaga entera con el paso del tiempo. Esas 2.000 pesetas fueron
pagadas por los vecinos del Barrio de la Trinidad, de forma que, desde el
primer momento, vieron en este Cristo, como algo en que tener fe en aquellos
difíciles años de la posguerra.
Después de numerosas dificultades para poder
bendecir la imagen (no contaba con el apoyo del Obispado por su mala calidad
artística, y su forma amanerada), se pudo bendecir el 1 de Abril de 1939. La
imagen, aunque estaba destinada a no ser vestida, acabó estándolo, siempre por
una túnica blanca. Actualmente, siempre que se nombra al Cautivo, se le asocia
rápidamente su túnica blanca, algo de lo que es imposible separarle. En el año 1939 se realiza la primera salida
procesional de la cofradía por la feligresía del barrio de la Trinidad. A
partir de la fecha de esta primera salida procesional, el número de devotos y
hermanos de la cofradía va creciendo. El Lunes Santo de 1940 las calles estaban
desiertas, ya que por estas fechas solo se procesionaba la cofradía de Gitanos,
así que tenían el camino libre para poder procesionar.
La virgen llevaba un manto blanco bordado en
oro. En esta primera salida procesional de 1940 por las calles de Málaga empezó
a mostrarse el fervor por el Cristo de la túnica blanca, algo que todavía
continúa en nuestros días.
En el año 1941, el Cautivo y la Trinidad
salen en tronos diseñados aunque inacabados. La Virgen iba sin palio. En 1942 se celebró la primera popular misa de
Alba, que dura hasta nuestros días, celebrándose después el traslado de los
titulares hacia sus tronos. La lluvia del año 1943 provocó una gran pérdida de
enseres y daños en la hermandad, cuyos daños ascendían a la cantidad de 3.000
pesetas (aproximadamente).
1 CEREZO, Alejandro. Revista Pasión del sur Cpit. 13
2 CEREZO, Alejandro. Revista Pasión del sur Cpit. 13
Un año más tarde, en 1944 se estrenaba un
gran trono, de mejor calidad artística, para María Santísima de la Trinidad.
No habían pasado ni cinco años desde que el
Cautivo salió por primera vez en procesión, cuando ya era un auténtico fervor
entre la gente, poseyendo una espléndida devoción. Cerca de 10.000 personas lo
acompañaban por aquél entonces a este Cristo milagroso.
La cofradía fue asentándose en la Semana
Santa malagueña y en el año 1953 se estrenó el nuevo y actual trono, para el
Cautivo, obra de Seco Velasco. Ese mismo año también se va a estrenar aunque
sin completar uno de los tronos más grandes que ha conocido la Semana Santa
malagueña: el trono de la Trinidad.
Un auténtico retablo andante obra de los
tallistas Victoriano Pérez Aranda, Rafael Reigal Guerrero y en menor medida,
Pedro Pérez Hidalgo. El encargo se firmó en 1952 con Pérez Hidalgo, para que
este lo finalizase para el año 1954, aunque lo cierto es que el citado tallista
estuvo trabajando en el hasta 1956, año en que vuelve a procesionar sin acabar.
Esta demora conlleva que la cofradía decida
firmar un nuevo contrato con Rafael Reigal en 1957 para darle el impulso
definitivo al trono. De esta manera, serán Rafael Reigal y Victoriano Pérez los
artistas encargados de finalizar esta obra en el periodo de 1957 hasta 1959.
Del trabajo inicial de Pérez Hidalgo,
quedarán muy pocas partes en la obra final, debido al poco avance que había
sufrido el trono cuando estaba a su cargo y por el reemplazo de otras piezas
cuando pasó la realización del trono a estar a cargo de estos otros dos
tallistas. Es por todo ello, que la impronta final y el carácter monumental de
esta obra fue dada por Victoriano Pérez Aranda y Rafael Reigal Guerrero.1
ESCULTORES. Resumen
Cristo
Imagen:
José Gabriel Martín Simón, 1934.
Trono: Seco Velasco, 1953.
Faroles: Santos Campanario, 1993.
Arco de campana y cabezas de varal: J. Brihuega, 1986-1987.
1
A.M.M. CAUTIVO Y TRINIDAD, Tomo I.
pags. 166 - 167
Virgen
Imagen:
Francisco Buiza, 1968.
Trono: Talleres Villarreal, diseño: J.Casielles del Nido, 1972.
Candelería, ánforas, cabezas de varal y arco de campana: J.Brihuega, 1987.
Barras de
palio: Talleres Villarreal.
Palio color malva, bordado en oro: R.R.M.M. Adoratrices, 1986.
Manto del mismo color: Joaquín Salcedo Canca, 2008.
Peana: Maestrante, diseño: J.Castellanos.
Corona de plata sobredorada, marfil y brillantes: Hnos. Delgado López, 2000.
En 1953 también, la cofradía se vincula con
los Cuerpos de Regulares de Melilla nº52 y Ceuta nº54. En 1968 se sustituye la primitiva imagen del
siglo XVIII de la Trinidad, por una
nueva de Francisco Buiza. (según los hermanos de la cofradía, aquella imagen
primitiva, era de un tamaño muy pequeño para las dimensiones del trono que se
estaba construyendo y posiblemente resultaría un conjunto poco armónico) Esta nueva imagen se procesiona en el trono de
Victoriano Pérez, Rafael Reigal y en menor medida de Pérez Hidalgo, hasta el
año 1971, año en el que se procede al cambio de trono, obra de los talleres de
Villarreal bajo diseño de Juan Casielles. Una verdadera pena, ya que el antiguo
trono representaba los clásicos valores de la Semana Santa malagueña.
Ya en la década de los 80, se construye la
Casa Hermandad del Cautivo, creándose la plaza de Jesús Cautivo. A finales de
esta década de 1980, los reyes de España conceden a la cofradía del Cautivo el
título de "Real". Pero la historia de esta cofradía no termina ahí,
11 años más tarde, en el 2000 se corona canónicamente a la cotitular mariana de
la cofradía, María Santísima de la Trinidad, en una impresionante misa,
celebrada en la Catedral el 21 de octubre.
Este acontecimiento pasará a la historia de
esta cofradía. Una cofradía que empezó desde 0 en el año 1934 y que ha llegado
hasta las cotas más altas a los 70 años de su fundación. Sin duda la cofradía
tiene que agradecer este crecimiento a las imágenes titulares: el Cautivo y la
Trinidad, auténticos iconos de fe de Málaga.
MUSEO Y
PATRIMONIO
El museo está situado en el barrio de la
Trinidad, en la Plaza de Bailén. Cuenta con seis salas repartidas en 327 metros
cuadrados, en las que se exponen las principales
piezas
del patrimonio histórico y artístico de la Hermandad, incluida la primitiva
imagen de la Virgen de la Trinidad.
LA COLECCIÓN.- La primera sala del museo con el nombre de
“La Promesa” introduce al visitante en el ambiente cofrade, la devoción y culto
a sus imágenes, contando como pieza principal la antigua imagen de de la Virgen
de la Trinidad, sustituida a finales de los años sesenta por la nueva obra de
Francisco Buiza.
La sala “Trinitas” dedicada a la Virgen de
la Trinidad, dispone de cuadros y paños de bocina de gran valor artístico. En sus instalaciones, también encontraremos
las sayas con las que se viste a la Virgen, y un manto bordado con hilos de
oro.
La sala “El Señor de Málaga” está dedicada
al Cristo y su ajuar, destacando las potencias de oro, entre las que se
encuentran las de un autor anónimo del año 1945 con una altura de 15
centímetros. También se puedes ver los
diferentes escapularios y túnica de color blanco (“túnica de ángel”) del mismo
color que lucen los nazarenos del Cristo.
“CORONACIÓN CANÓNICA”.- Es la sala donde se
explican las celebraciones de la coronación canónica de la Virgen de la Trinidad en el año 2000 y
su importancia, no sólo patrimonial, sino también documental. Se pueden ver en este museo tanto la
impresionante corona de la Virgen como el libro de oro de la coronación. En la sala “75 aniversario” podemos ver
parte de la historia y los primeros setenta y cinco años de vida que se
celebraron en 2009. Pero el mayor patrimonio
que se le puede asignar a esta cofradía, (bajo el punto de vista del que
suscribe) son los más de doscientos cincuenta mil penitentes que cada año
acompañan al Cautivo el lunes Santo cuando recorre las calles de Málaga
luciendo su túnica blanca de ángel que al movimiento de los hombres de trono en
sus mecidas, parece que el señor de Málaga va caminando.
¿POR QUÉ ES BLANCA LA
TÚNICA DEL CAUTIVO?
Según parece, la idea de los cofrades de la
Trinidad, cuando encargaron en 1938 al escultor José Martín Simón la talla de
Jesús Cautivo, era la de venerado como Ecce Homo, lo que implicaba exponerlo
sin prenda o a lo sumo arropado en una clámide, de ahí que su cuerpo presente
en estudio anatómico, prescindible si se hubiese concebido desde un principio
para ser revestido.
La entonces comisión de arte que velaba por
la calidad de las obras religiosas que se pretendían bendecir expuso varios
reparos para aprobar la imagen, aunque todo parece indicar que el inconveniente
de mayor peso fue precisamente la desnudez que ostentaba. Estos
escrúpulos puritanos obligaron a los cofrades a aceptar que fuera sobrevestido
para lo que se tuvo que recurrir apresuradamente a confeccionar una túnica que
cosió Ana Carrasco Castilla, hermana de uno de los fundadores de la Hermandad
trinitaria. Para ello se recurrió a unos
metros de tela blanca, que en aquella difícil situación de carestía, lo único
que encontraron disponible en los almacenes que Modesto Escobar poseía en el
barrio de Capuchinos. Lo que fue fruto
de la improvisación acabó siendo un poderoso imán para captar la devoción del
pueblo malagueño, desde aquella jornada del 19 de marzo de 1939 en que se
bendijo el Señor.
Los cofrades acceden a José Suárez
Reina, canónico de la Catedral, que había sido confesor de la Reina Victoria
Eugenia –mujer de Alfonso XIII–. «Su intersección consigue que el obispo Don
Balbino Santos acceda a la bendición de la imagen siempre que sea cubierta por
una túnica», explica Ignacio Castillo, hermano mayor de la cofradía de El
Cautivo. Por la carestía de medios tras la Guerra Civil –corría el 1939– la
única tela que consiguieron era de lanilla blanca. Nace la figura que hoy se
conoce de El Cautivo, «Señor de Málaga».
«Con
esta túnica sale en 1940 y causa impacto en el pueblo, porque estaban
acostumbrados a ver imágenes revestidas con riquísimas túnicas de terciopelo y
bordadas en oro», remarca el Hermano Mayor, quien asegura que la gente se vio identificada
por esa imagen de un Jesús «pobre y sencillo», que fue
encumbrado como «Señor» del populacho. Aquella prenda confeccionada por Ana
Carrasco con telas del taller de Modesto Escobar en la Alameda de Capuchinos ha
creado uno de los iconos más reproducidos de la ciudad.
La negativas, por parte del Obispado de
Málaga, han marcado la historia de esta cofradía. La autoridad eclesiástica negó
también la bendición de la imagen de la Virgen, porque «la
Trinidad es Dios». A través de los frailes trinitarios de Antequera los
hermanos consiguen argumentar la propuesta por la cual señalaban que
«efectivamente la Virgen no era Dios, pero sí era hija del Padre, madre del
Hijo y esposa del Espíritu Santo». Consiguieron con esto que la Virgen fuera
Trinidad en honor al barrio en 1934. En un principio nació como cofradía de
Gloría, tras la vuelta a la actividad y la recuperación de la Virgen, enterrada
en el patio del hermano mayor durante años por miedo a las represalias
republicanas, se decide que sea una cofradía de Penitencia.
La
barriada venera a sus titulares desde que en el 1938 volvieran a estar
presentes entre ellos. «Orgullo trinitario», se oye en honor a los monjes que
lo fundaron, le dieron nombre y consiguieron hacer patrona a «la primera advocación de la
Trinidad que se bendijo en el mundo». La lluvia de claveles y
los vítores en el traslado así lo demuestran.
La Hermandad de El Cautivo es la «reina» del
Lunes Santo malagueño. Fundada en 1934, en torno a la
imagen de la Virgen de la Trinidad, ofrece al pueblo cada año al «Señor de
Málaga». La imagen es la más venerada de la Semana Santa de la ciudad. Desde el
barrio de la Trinidad, cuyo origen se remonta a Isabel La Católica y a la toma
de la ciudad, llega a través del Puente de la Aurora Jesús Cautivo. Avanza
alentado desde los balcones, bajo el rezo de las monjas y seguido por una marea de fieles que
le presentan devoción y respeto.
Tras
su balanceo y la mecida de su túnica, un halo de misticismo se conjuga con el
humo de los incensarios. «Es un poderoso imán devocional desde su bendición en 1939»,
afirma Ignacio Castillo, quien asegura que el sobrenombre de «Señor de Málaga»
se recoge ya en las primeras crónicas periodísticas sobre su salida en 1940.
Unos escritos que ya hablan de la infinidad de personas cumpliendo promesa que
siguen a esta imagen. «Son una de las señas de identidad de esta cofradía»,
remarca Castillo. 1
José Jiménez Guerrero, doctor en Historia Contemporánea y pregonero de la Semana Santa de
1998, cree que el fervor a Jesús Cautivo hay que estudiarlo desde el origen
devocional del barrio de la Trinidad, con la incorporación del Señor del Santo
Suplicio a la Hermandad de la Amargura (Zamarrilla). Se trataba, sin duda, de
una de las más logradas obras del escultor Antonio Castillo Lastrucci, tallada
entre 1925 y 1926, y desaparecida en los sucesos de 1931. Su semblante
melancólico, la caída de las manos, en actitud de sumisión, y otros resortes
escultóricos que reforzaban la ‘humanización’ de la imagen dejaban claro que la
pieza en cuestión estaba llamada a aglutinar la devoción pasionista de los
vecinos de la Trinidad. 2
1
ARCHOVO DE LA COFRADÍA. MADUEÑO,
J.J. Cuando la Iglesia negó al
Señor de Málaga
2
JIMÉNEZ GUERRERO, José. Cautivo y
Trinidad Tomo I. Pag. 170
TRASLADO DEL CAUTIVO
El Lunes Santo, desde que las primeras luces
de la aurora comienza a asomar sus blandos rayos por el horizonte, ya habían
sacado al Señor de Málaga junto a su Madre, a las calles del barrio en su
traslado en andas para colocarlos en el trono sobre el que más
tarde
mostrarán su imagen a todos los malagueños.
Pero donde todo el acto alcanza su punto más
álgido, es en la visita que el Cristo y María de la Trinidad realizan al
Hospital Civil. Este acto, que cada años
se repite por costumbre popular, contiene un gran significado humano, ya que
cuando el Cristo y su madre llegan al centro de salud, salen los enfermos en
sus sillas de ruedas e incluso en sus camillas, ayudados por el personal
sanitario del centro. También aquí
durante el acto, les cantan algunas saetas poniendo en ello toda su alma.
Si hay un lugar en Málaga en el
que la devoción a Jesús Cautivo alcanza una altura de vértigo, ese es el
Hospital Civil. Desde hace años, todo el hospital espera la llegada del Señor
de Málaga cada Sábado de Pasión –anteriormente lo hacía el mismo Lunes Santo–.
Pacientes, personal sanitario y administrativo esperan con ilusión que, por una
vez, el portón del recinto dé la bienvenida al Cautivo en lugar de a las
ambulancias.
La rutina cambia y todos esperan con
alegría, y no con incertidumbre, al próximo visitante. Es un día de fiesta
marcado en los calendarios del hospital, y se nota.
La relación entre el Señor de
Málaga y el hospital comienza a principios de la década de los años 70, cuando
en calle Sevilla, una de las arterias principales del barrio de la Trinidad, se
inaugura el Centro de Diagnóstico y Tratamiento Jesús Cautivo. Realmente, la
vinculación no comienza con el hospital sino con este centro. Más allá del
nombre, la hermandad empieza en 1972 a tomar contacto con la institución y cada
Lunes Santo el Señor, en Su traslado, visita la instalación. Al principio se
trataba de un gesto amable, que consistía en acercar las andas con las imágenes
al centro; pocos años después empezó a fraguarse el acto, más comprometido e
íntimo, que se asemeja a lo que hoy conocemos.
Miles de personas acompañan al Señor de
Málaga en la misa del alba y su visita al Hospital Civil. El obispo llama a
«extirpar los elementos extraños» en las cofradías. La aurora se abría paso en el barrio de la Trinidad cuando
las imágenes de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad cruzan el dintel de su
sede canónica de San Pablo para presidir
la
misa del alba, que es oficiada por el Obispo, acompañado de siete
sacerdotes, entre ellos el vicario general y el delegado episcopal de
Hermandades y Cofradías.
Al término de la misa, la banda
sinfónica de la Trinidad interpreta la marcha
“Alma de la Trinidad”.
A sus sones el trono se adentra en las
calles del barrio donde los fieles depositan en el trono cientos de ramos de
claveles rojos. Los devotos, asumiendo la petición que
hizo la cofradía que dirige como hermano mayor Ignacio Castillo, no los lanzaron para
evitar así dañar a la restaurada imagen, sino que se los dieron a los
miembros de la comisión externa para que lo
depositaran en las andas. 1
Una de las novedades de este
año es que la visita a los enfermos en
el Hospital Civil no se hizo dentro
del recinto como era habitual hasta el año pasado, sino que para hacerlo más
visible a un mayor número de personas se desarrolló en las puertas de centro
hospitalario. Una medida positiva que funcionó bien en gran parte a la buena
organización por parte de la hermandad, que acotó los espacios para evitar
tumultos y, paralelamente, facilitar la visión de este emotivo acto a un mayor
número de fieles.
La cofradía de nuestro Padre Jesús Cautivo y
María Santísima de la Trinidad, tiene la enorme responsabilidad de mantener y
fomentar la devoción al icono cristiano más venerado de la provincia. La presencia del Cautivo en todos los
estratos sociales geográficos y hasta religiosos de la ciudad, es un fenómeno
antropológico tan difícil de explicar, como conmovedor para su naturalidad.
Se podría afirmar que Málaga ve en el
cautivo ciertamente las facciones de Jesucristo. Del hombre de Nazaret que murió en la cruz y
cuyo rostro los cristianos andan buscando con cada vivencia.
EL PUEBLO.-
El pueblo es el conjunto de personas, y es
también la gente común. Todos somos
pueblo y lo que quiere y siente es esa pasión indefinible que se hace medalla
para la calidez del pecho. La figura del Cautivo que enmarcada es un fondo de
arabescos, rocalla, curvas delicadas que remiten a los bordados del manto de
una Virgen. Cada uno en el sector de su
corazón va detrás, lo sigue con una fe que no entiende de teología, ni falta
que hace. Es la fe sensorial y profunda
al mismo tiempo, es la fe más pura y más sencilla. El pueblo en masa, a miles, en la estela
blanca, en la armonía del movimiento perfecto que los hombres de trono le
dan. El pueblo siempre y por siempre con
su Cautivo, el de todos.
Ocho y
cuarto de la noche y la cruz guía del Cautivo se planta en la Trinidad. La
expectación es máxima. Parejas y parejas de nazarenos blancos empiezan a
abrirse paso en un barrio en el que existe un nerviosismo apenas contenido.
La
calle Carril se volvió a ensanchar una vez más. La vieja dama de la Trinidad
recibió a su hijo más ilustre, a Jesús Cautivo. Pocos momentos hay con tanto
significado en su itinerario como el recorrido por esta vieja vía del viejo
barrio. La gran resistente de la Trinidad. La guardiana de la esencia del
pueblo de Málaga.
La fuerza de atracción del Cautivo es
demoledora, desconcertante. Sin embargo, no esconde la presencia de su Madre
que parece que está feliz con un segundo plano, sabedora de que Jesús es muy
importante para salvar el mundo y el alma. Pero todos necesitamos ese espacio
de intimidad y seguridad que proporciona una madre. El que ofrece la Virgen de
la Trinidad, con sus nazarenos malvas advirtiendo que llega. Con la Banda
Sinfónica Virgen de la Trinidad demostrando que hay que saber tocar un
instrumento también con la devoción. Y con una mirada que traspasa el alma. Son
muchas Misas del Alba desde que la descubrí, pero todas parecen ser la primera.1
José
Jiménez Guerrero, doctor en Historia Contemporánea y pregonero de la
Semana Santa de 1998, cree que el fervor a Jesús Cautivo hay que estudiarlo
desde el origen devocional del barrio de la Trinidad, con la incorporación del
Señor del Santo Suplicio a la Hermandad de la Amargura (Zamarrilla). Se
trataba, sin duda, de una de las más logradas obras del escultor Antonio
Castillo Lastrucci, tallada entre 1925 y 1926, y desaparecida en los sucesos de
1931. Su semblante melancólico, la caída de las manos, en actitud de sumisión,
y otros resortes escultóricos que reforzaban la ‘humanización’ de la imagen
dejaban claro que la pieza en cuestión estaba llamada a aglutinar la devoción
pasionista de los vecinos de la Trinidad. 2
1 GARRIDO MORAGA, Antonio.
Pregonero del Cautivo en Semana Santa.
2
Jiménez Guerrero, José. Doctor en Historia Contemporánea y pregonero
de
la Semana Santa de Málaga de 1990
En
cambio, como bien apunta el profesor Jiménez Guerrero, el hecho de que sólo
procesionara entre 1926 y 1931 fracturó esa posibilidad. «Jesús del Santo
Suplicio se bendijo en la Aurora María, se procesionaba por el barrio; era la
única escultura procesional de Cristo que pertenecía a la Trinidad,
representaba una escena, como era el expolio, que se incardinaba en las
características del barrio.
Sin
embargo, las revueltas de mayo de 1931 variaron el curso de la historia», se
lamenta el historiador malagueño, al tiempo que insiste en que ese “espacio
devocional de Cristo” lo pudo llenar la Sentencia (la fraternidad se creó en
1929 en la iglesia de la Aurora María, mientras que en junio de 1931 se
trasladó a San Pablo), «si bien su marcha a Santiago (1937) hizo inviable esa
posibilidad» (el Cristo de los Milagros se hallaba en la parroquia de San
Felipe Neri tras su bendición en marzo de 1939 por la destrucción de la ermita.)
La llegada de Jesús Cautivo lo cambió todo.
A las características, a la puesta en escena con la túnica blanca, a la soledad de la imagen, a su “pobreza”
(manifiesta sobre todo en comparación con otras imágenes) se unió algo que
resultó definitivo. Y es que el pueblo cambió la concepción con la que había
sido encargada a Martín Simón. Además, era la única imagen de procesión
del barrio trinitario. Y la talla había sido costeada por la gente del barrio.
En definitiva, de ser el “Señor de los Cautivos”, pasó a ser el “Señor
Cautivo”. Ambos conceptos bien podrían
parecer un juego de palabras, pero en el ideario colectivo se consiguió cambiar
una dinámica, dado que la efigie que identificaba al barrio trinitario «no
podía ser utilizada con motivos políticos para identificar a unos
prisioneros de guerra, por supuesto, de un solo bando. Un Cristo
con las manos amarradas, con su pobreza, con sus características, era el espejo
en el que se veían reflejadas las miserias y las ilusiones
frustradas de miles de personas del entorno», argumenta José Jiménez. Desde entonces, Jesús Cautivo fue el icono que
aglutinó todas esas peticiones. «Con el
paso del tiempo, la imagen se convirtió en seña de identidad de un grupo humano
y de un espacio físico concreto. Y, por extensión, del mismo modo que en épocas
pretéritas los iconos devocionales eran aquellos que estaban relacionados con
la sanación de enfermedades, con las procesiones de rogativas (Virgen de la
Victoria, Cristo de la Salud, Santos Patronos, etcétera.), en la posguerra,
cuando esas manifestaciones de religiosidad prácticamente desaparecen, ese
espacio de imagen de culto externo que arrastra a las personas, fue ocupado por
una escultura pasionista, la que se convirtió, asimismo, en una imagen
taumatúrgica: Jesús Cautivo. Por
extensión, la efigie dejó de ser exclusivamente del barrio para ser de la
ciudad, concluye el profesor malagueño, no sin antes hacer una reflexión sobre
la realidad actual. Y es que el hecho de que la capilla del “Señor de Málaga”,
en la parroquia de San Pablo, sea un verdadero lugar de peregrinación diario,
constituye un fenómeno digno de estudio ya que, a pesar de la época en la que
se vive y los planteamientos que, desde algunos sectores, se quieren imponer,
gran cantidad de personas seguimos confiando en una imagen que constituye un
enlace visible entre el hombre y Dios.1
Nuestro Padre Jesús Cautivo, conocido
como El Cautivo, es una de las imágenes que más pasión suscita en
la Semana Santa de Málaga. La talla de un Cristo apresado
con una túnica blanca que se mueve al caminar, es la postal más
tradicional del Lunes Santo en la capital malagueña. Más de 250 hombres son
necesarios para portar su trono a hombros y ser los pies de una imagen que,
quienes lo ven, aseguran que parece que camina. No obstante, no fue hasta 1939, cuando el
granadino José Gabriel Martín Simón presentó la talla de un Cristo de 177
centímetros de altura. La talla de un
Cristo apresado con una túnica blanca que se mueve al caminar es
la postal más tradicional del Lunes en la capital malagueña. Más de 250 hombres
son necesarios para portar su trono a hombros y ser los pies de una imagen que,
quienes lo ven, aseguran que parece que camina.2 La Cofradía, ubicada en el barrio de la
Trinidad, fue fundada en 1934 en torno a la Virgen de la Trinidad, que sale en
compañía de El Cautivo. No obstante, no fue hasta cuatro años después cuando el
granadino José Gabriel Martín Simón presentó la talla, y desde entonces, esa
figura maniatada se convirtió en el centro de las plegarias y devoción de los
malagueños que cada Lunes Santo se concentran en su camino para verlo mecerse
sobre las calles y que lo acompañan en acto de promesa durante la procesión. ¡“Viva mi Cautivo”! es el grito que más suena
cada Lunes Santo en Málaga y este año no ha sido una excepción. Miles de
personas se dieron cita en su recorrido desde la tarde noche hasta bien entrada
la madrugada. Todo para ver al Señor de Málaga, que con su
túnica blanca mecida por el viento se corona como emblema de la Semana Santa
malagueña.
1 A.M.M. GARRIDO MORAGA, Antonio. Pasión del Sur, Cpt. 13
2 A.M.M. CEREZO, Alejandro. Pasión del Sur. Capt. 13
BIBLIOGRAFÍA
A.M.M. REVISTA
“PASIÓN DEL SUR”. 75 años de cofradías en Málaga
PORRES, Bonifacio Y GARCÍA,
Ángel. “El Real Convento de la Trinidad”
ARCHIVO DE LA
COFRADÍA DEL CAUTIVO.
GARRIDO, Manuel. “Compendio de Una Época”
A.M.M. “PASIÓN DEL SUR” 75 años de cofradías en Málaga
A.M.M.. CAUTIVO Y TRINIDAD. Tomo I y II.
ALGO DE INTERNET
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