CONGREGACIÓN DE MENA
MALAGA
Manuel Garrido
Málaga
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BREVE
HISTORIA
TITULARES
Santísimo
Cristo de la Buena Muerte y Ánimas
Nuestra
Señora de la Soledad.
PATRIMONIO
DE LA CONGREGACIÓN DE MENA
PATRIMONIO
ARTÍSTICO
MÁLAGA
SE EMOCIONA CON EL CRISTO DE LA
BUENA
MUERTE Y LA LEGIÓN.
La congregación
de Mena, cuyo nombre oficial y completo es “PONTIFICIA
Y REAL CONGREGACIÓN DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE Y ÁNIMAS Y NUESTRA
SEÑORA DE LA SOLEDAD CORONADA (MENA) es una hermandad religiosa o cofradía
cuya sede canónica en la Iglesia de Santo Domingo, en el barrio del Perchel, en
la ciudad de Málaga. Realiza su salida
procesional durante la Semana Santa malagueña en la tarde noche del Jueves
Santo. El Santísimo Cristo de la Buena
Muerte, es el patrón y protector de la Legión Española.
BREVE
HISTORIA
La Congregación de Mena es el resultado de la fusión de
la antigua cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, con la Hermandad del
Santísimo Cristo de la Buena Muerte Y Ánimas, hecho que ocurrió en el verano
del año 1915. La Cofradía de Nuestra
Señora de la Soledad había sido fundada a mediados del s. XVI al amparo del
entonces convento de Santo Domingo. La
orden dominicana no tardó en ceder los terrenos
necesarios para que se levantase la capilla y el panteón (1579) De su solemne y severa procesión el Viernes
Santo, a la que asistiría el Ayuntamiento, decía el historiador Medina Conde
que era el “simulacro de la mayor veneración del pueblo”. De la pujanza de la Hermandad en la época
moderna, nos hablan, tanto la pertenencia a la misma de la nobleza local, la
creación bajo su tutela de la Hermandad de Arcabuceros, así como la obtención a
partir de 1756, de la misa de “Privilegio” a celebrar cada Sábado Santo por la
demostrada intercesión de su sagrada Titular en el salvamento de la tripulación
de una fragata de la Armada Española.
Durante todo el
s. XIX quedan demostrado, tanto la pujanza de la continuidad de los cultos y procesiones,
como la incorporación de la nómina de hermanos de la alta burguesía local. Mucho más reciente y humilde desde sus
orígenes, sería la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, creada en
1862. Hito decisivo sería el descubrimiento primero, y la permuta después de su originario
crucificado titular por el incomparable Cristo atribuido a Pedro de Mena,
procesionándose por primera vez en 1883.
Sin embargo,
este empuje cofradiero, resultó sólo un día. Quedó, no obstante, un legado y un
enigma histórico-lingüístico, acuñándose el término “menoso”.
El 16 de junio
de 1915 las dos hermandades celebraban sendos Cabildos Generales por
separado. Poco meses más tarde, el 22 de
agosto del mismo año se constituía en Santo Domingo de forma oficial la real,
Pontificia Congregación de Culto y Procesión del Santísimo Cristo de la Buena
Muerte y Nuestra Señora de la Soledad, aprobándose los primeros estatutos de la misma que redactó su primer secretario
General José María Revello Cázar y siendo elegido por aclamación primer hermano
mayor, Ricardo Gros Orueta.
Los años que
siguieron a esta trascendental decisión se caracterizaron por un inusitado
auge. Se va a dar continuidad todos los
años a la procesión, se va a confeccionar nuevos tronos y se va a crear un
valioso conjunto de enseres y túnicas.
En 1916 se estrena el trono de de
Palma García para el Cristo; al año siguiente, el de Antonio Prini para la
Virgen y túnicas de terciopelo bordadas.
En 1920 Antonio
Baena regala el primer manto bordado en oro de Nuestra Señora. Durante el breve periodo en que Felix Saenz
Calvo, fue Hermano Mayor (1924-1925), logra que presida el desfile procesional
de 1925 el entonces Presidente del Gobierno, Primo de Rivera, además de
restaurar a su costa la Capilla, dotándola de valiosos enseres,
confeccionándose un nuevo manto para la Virgen. Con Joaquín Mañas (1927-1930),
se logra vincular oficialmente a la Legión Española que hizo su primera guardia
al Cristo en 1927y desfiló por primera vez escoltando al ya proclamado como su
“protector” en 1930, además de recibir la visita de Su Majestad la Reina
Victoria Eugenia.
Tras la
proclamación de la República, el 11 y 12 de mayo de 1931, ardían casi todos los
templos de la Ciudad. La Congregación
sólo logró salvar la imagen de la soledad.
González Anaya dejaba estos episodios novelados para la posteridad en
“Las Vestiduras Recamadas”. Los años de
la II República y los de nuestra Guerra Civil supusieron un grave revés. La pérdida del Cristo de Mena, de la capilla
y de los enseres procesionales obligará a un forzoso exilio en la Catedral,
montándose, a partir de 1932 los tradicionales cultos internos en su honor.
Durante la
Guerra Civil, los congregantes de Mena
son perseguidos y asesinados. Un relevo
generacional se produce entonces al frente de los destinos de la Congregación
cubriendo esta difícil etapa el entonces joven Álvaro Príes Gros
(1934-1939).
Tras la entrada
de las tropas de Franco en Málaga el Obispo aprueba una nueva Junta de Gobierno
bajo la presidencia de Álvaro Príes.
Después de la primera salida procesional del nuevo Cristo (Semana Santa
de 1942) el proceso de reconstrucción se culmina con el fructífero mandato de Miguel Serrano de las Heras (1944-1949)
con los valiosos y singulares tronos
realizados y diseñados entre 1943 y 1945 por el propio Palma y por el
congregante E. Ruiz del Portal, un rico conjunto de insignia debidas a los Talleres
Seco Velasco de Sevilla y los bordados del manto de la Virgen, palios,
dalmáticas y túnicas, obra de Leopoldo Padilla.
.
Los años sesenta son un periodo de atonía en los que se despueblan las
filas
de penitentes, el déficit
económico y los problemas que generan los hombres de trono se tornan pesada
carga para muchas hermandades.
Desde principios de los setenta se revitaliza la Congregación con José
González Ramos (1973-1976) que pone en marcha una serie de atrevidas
iniciativas, que culminan con la restauración del trono del Stmo. Cristo, el
establecimiento de un “tinglado” permanente y la realización de un nuevo “paso”
para Ntra. Sra. de la Soledad, obra de Juan de Ávalos que rompía totalmente con
la estética barroca.
Tras la muerte de Franco, dos H. Mayores, van a regir sus destinos:
Francisco Fernández Verni y Vicente Pineda Acedo. Con el primero se dio un
impulso a la proyección externa de nuestra Congregación. En su haber es preciso
destacar, logros como la completa restauración del antiguo trono y manto de
Ntra. Sra. de la Soledad (1979), y el reencuentro y acercamiento entre la
Congregación y la Casa Real, logrando en marzo de 1978, que Mena fuese recibida
por el nuevo monarca. Atendería visitas de altísimas personalidades como el entonces
Presidente del Gobierno Calvo Sotelo (1982), llevaría al Stmo. Cristo a
presidir el pregón de Semana Santa de 1984; desarrollaría importantes
iniciativas culturales como el encargo del óleo que al Cristo dedicó F. Revello
de Toro (1984). También se produce
durante su etapa masiva incorporación de la juventud.
Por su parte, Vicente Pineda dotó a la Congregación de una mayor
convivencia y formación espiritual, restaurándose la Eucaristía dominical, los
ciclos de charlas “para formación permanente del cofrade”, ejercicios
espirituales cuaresmales y reflexiones mensuales en el Convento de las Hermanas
de la Cruz. También se adquirió en 1988, el antiguo edificio Italcable y se
reconstruyen las dependencias anejas a la capilla, además de habilitarse columbarios
bajo la misma. Asimismo se recuperó la Celebración de la Soledad de María en el
Sábado Santo (1988), quedó custodiada en nuestra capilla la antigua bandera del
T.A. Galicia (1990), se celebraron el LXXV aniversario de la creación de la
actual Congregación, el 50 de la bendición del Cristo y se estrenó un nuevo
halo para la Virgen.
Los años finales del siglo XX y el inicio del XXI han venido marcados
por los mandatos como hermanos mayores de Álvaro Mendiola (1993-2002) y
Cayetano Utrera (2004-2008). Tras vencer grandes dificultades económicas
iniciales, estos años ha venido marcados por grandes logros materiales e
institucionales tales como la imposición de la medalla de oro a S.M. el Rey, la
visita del Príncipe de Asturias, el traslado al puerto del Cristo para recibir
a la Agrupación Canarias, la rehabilitación de Italcable, etc.
La restauración del trono del Stmo. Cristo por Ruiz Liébana y la
recreación del de la Virgen según proyecto de J. Castellanos por A. Ibáñez y su
equipo; el reconocimiento por el arzobispo castrense de España de nuestra unión
especial con las Fuerzas Armadas así como la celebración del 250 aniversario de
la vinculación de la Soledad con la Armada.
Finalmente, la nueva junta
presidida por A. Jesús González pretende culminar grandes proyectos como el
nuevo manto de procesión y acometer obras asistenciales y benéficas de
envergadura. En junio de 2011 el Obispado de Málaga concedió la autorización
definitiva para que este Crucificado forme parte de las catorce devociones populares
que procesionarán por la avenida de la Castellana en el vía crucis público que
se está organizando en la capital por las Jornadas Mundiales de la Juventud que
se están organizando en Madrid para el año 2011 y que contarán con la
asistencia del Papa Benedicto XVI.
TITULARES
SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE
Y ÁNIMAS
La
escultura, que costó 30 000 de las antiguas pesetas y sufragadas por un grupo
de congregantes, es una reinterpretación del original, como si el escultor
Pedro de Mena hubiera guiado las manos de Palma desde el cielo. (Pedro de Mena (Granada, 1628 - Málaga,
1688) es uno de los más afamados escultores del barroco español, que se dedicó
principalmente a la realización de imaginería religiosa; oficio al que también
se había dedicado su padre, Alonso de Mena, y de quien heredó un taller en
Granada. Además, tuvo otro taller instalado durante treinta años en Málaga, a
donde se había dirigido para participar en una de sus obras más reconocidas,
la sillería del coro de la
Catedral de Málaga. En esta ciudad ejecutó gran cantidad de
encargos, especialmente para órdenes religiosas.
Entre sus
obras de este último período figuran las tallas policromadas de San
Francisco de Asís, de la catedral de Toledo, el San Pedro de
Alcántara de los Capuchinos de Granada, la Dolorosa de
las Descalzas Reales de Madrid, y la impresionante Magdalena Penitente,
también para las Descalzas.)
Es
lo que algunos han llamado la recreación admirable de lo único, la recreación
del Cristo de Mena, aunque no es una copia exacta. Las diferencias entre ambos
Cristos son obvias: el de Palma presenta unas proporciones un poco más grandes,
la pierna izquierda descansa sobre la derecha (en el de Mena es al contrario),
tiene los cabellos de forma distinta y el anudado del paño de pureza lo tiene
en el lado derecho, mientras que Mena lo talló en la parte izquierda. Pero en
líneas generales coinciden la plástica de la escultura y el tamaño de los
brazos, que son más cortos con respecto al resto de la imagen.
A
pesar de todo ello, el Cristo continúa llamándose de Mena recordando al que
desapareció, y que dio y da nombre y se le conoce popularmente, desde sus
orígenes, a esta cofradía. En 2008 fue restaurado por Maite Real Palma, que
realizó los trabajos de limpieza y recuperación del mismo. El rostro del
crucificado de Palma Burgos representa la muerte personificada. Tiene la boca
entreabierta y se le aprecian los detalles de los dientes y la lengua. Por las
sienes cae la sangre de la corona de espinas (que un congregante elabora cada
año y que se le impone antes de la salida procesional) hasta empapar y enlazar
los cabellos rizados. Las manos y los pies, desfigurados. Los brazos y las
piernas están amoratados. Los ojos inertes. El reguero de sangre fluye por todo
el cuerpo, del mismo modo que el que mana de la herida del costado derecho. El
Cristo pende de una cruz arbórea yerto, aunque su cuerpo, de complexión fuerte,
irradia amor. Todo está consumado. Una imagen que impresiona, que impacta. Todo
una lección de anatomía, según describe el doctor Aurelio Díaz en su estudio
anatómico de la talla, que es de estilo neobarroco. El conjunto de esta
representación pasionista lo completa la figura de María Magdalena, que
arrodillada, llora desconsolada a los pies del Santísimo Cristo. No puede
comprender cómo Jesús ha acabado en la cruz. También obra de Francisco Palma
Burgos en 1945, forma el Calvario tradicional anterior a 1931 y presenta una
larga cabellera suelta sobre la que circunda una aureola. En 2006 fue
restaurada por Estrella Arcos, que llevó a cabo una profunda labor para
devolverle todo su esplendor original.
La
Virgen de la Soledad era una dolorosa del siglo XVIII, titular de la antigua
hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, al amparo del convento de Santo
Domingo. Realizaba su salida procesional el Viernes Santo y asistían el Concejo
y todos los nobles de la ciudad. Hay que reseñar la obtención de la ‘Misa de
Privilegio’ a celebrar cada Sábado Santo por la intercesión de la Virgen en el
salvamento de la tripulación de una fragata de la Armada española frente a las
costas malagueñas. Momento en el que nace una vinculación de Nuestra Señora de
la Soledad y la Armada, Hermano Mayor Honorario de la cofradía, que en 2006 se
conmemoraron los 250 años con diversos actos.
NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD
La
Virgen de la Soledad era una dolorosa del siglo XVIII, titular de la antigua
hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, al amparo del convento de Santo
Domingo. Realizaba su salida procesional el Viernes Santo y asistían el Concejo
y todos los nobles de la ciudad. Hay que reseñar la obtención de la ‘Misa de
Privilegio’ a celebrar cada Sábado Santo por la intercesión de la Virgen en el
salvamento de la tripulación de una fragata de la Armada española frente a las
costas malagueñas. Momento en el que nace una vinculación de Nuestra Señora de la
Soledad y la Armada, Hermano Mayor Honorario de la cofradía, que en 2006 se
conmemoraron los 250 años con diversos actos.
Esta Dolorosa no se procesionó hasta 1943 que
fue sustituida por la talla actual, otra Dolorosa de características
antequeranas y de la dicha ciudad de Antequera datada del siglo XVIII. El nuevo
trono fue un diseño del congregante Enrique Ruiz del Portal, y en 1948 se
estrenó el manto bordado en oro fino con dibujos, orlas y remates de estilo
barroco sobre terciopelo negro, realizado en los talleres de Leopoldo Padilla.
Fue restaurado por el bordador malagueño Juan Rosén en 1979.
La
Congregación solicitó formalmente al obispado de Málaga que tenga a bien
conceder la coronación Canónica a Nuestra Señora de la Soledad, la cual se
celebrará el día 11 de junio.
En 1975, la cofradía
llevó a cabo un cambio considerable al sustituir la Virgen por la Glorificación
de la Soledad, grupo escultórico y trono realizado por Juan de Ávalos. Con la
salida procesional se creó una gran expectación en toda la Málaga cofrade. La
estética del nuevo trono, que rompía con el estilo barroco de la Semana Santa
malacitana, no se vio apoyado por la mayoría de los malagueños. Es por lo que
la junta directiva decide cuatro años más tarde volver a sacar en procesión a
la anterior imagen.
El grupo que representaba la Glorificación
de la Soledad reflejaba la imagen de la Virgen en el centro, bajo un arco de
cuatro ángeles que la enmarcaban portando un sudario, sin manto, ni palio, ni
corona. A los pies de la Virgen figuraba San Juan, Santiago y las tres Marías.
Otro de los detalles del trono eran las cabezas de varal, en los que había 16
ángeles tallados. La imagen de la Virgen recibe veneración en el convento de
las Hermanitas de la Cruz y el trono se encuentra en unos almacenes sin conocer
cual será su destino o continuar en el anonimato.
Patrimonio de la Congregación de Mena
TRONO DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA BUENA MUERTE.- Autor: Francisco Palma Burgos (1943). Madera tallada, dorada y policromada. Estilo neobarroco. Estructura de tronco piramidal, con un frente dotado de un ancho comisamiento curvado y cuatro hachones en sus esquinas. De esta forma, se establece un conjunto armónico perfecto que realza la imagen. Hay que destacar la iconografía que aparecen en los laterales: los bustos de Santo Domingo de la Calzada y la Dolorosa, del mismo modo que el escudo de la Congregación en el frontal y el de La Legión en la parte trasera. En 2001 el trono fue restaurado por Rafael Ruiz Liébana, con la consolidación, reposición y dorado de sus partes. Tiene ocho varales. La imagen de María Magdalena a los pies del Crucificado forma el Calvario sobre un monte de espuma expandida y fibra de vidrio.
Dimensiones: 438 centímetros de largo, 288 de ancho y 142 de alto. Peso: 2.628 Kg.
Hombres
de trono, 252
TRONO
DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD CORONADA.-Autor: Antonio Ibáñez
Vallés, tallista sevillano, que ejecutó la obra interpretando el diseño, y bajo
la dirección de Jesús Castellanos. El dorado correspondió a Manuel Calvo
Carmona. Estrenado en 2006. Presenta la misma forma y envolvente del anterior
trono (que diseñara el congregante Enrique Ruiz del Portal en 1941)
especialmente por la circunstancia de respetar la coloración del palio
ochavado, y por exigencias de la Congregación, que deseaba mantener la forma
única del trono en Málaga. Tiene ocho varales. Está realizado en roble real,
dorado con oro fino de ley, (oro doble de 23/75 Kilt.). Las dimensiones del
proyecto son: 4,50 metros de largo, por 3,70 de ancho, y una altura del cajillo
de 87 centímetro. La mesa metálica, con diseño y cálculo del catedrático de la
Universidad de Málaga y cofrade José Espejo, la realizó el cerrajero Rafael
Galán, bajo la dirección de Francisco León.
Esencialmente,
el actual trono, que respeta escrupulosamente la forma del anterior, presenta
una riqueza en talla barroca de los elementos del cajillo. Se respetan las tres
cartelas, (central y las dos laterales), pero el concepto de talla ejecutado
nada tiene que ver con el estilo del anterior: se inspira en los medallones que
existen en los paramentos laterales del altar mayor de Santo Domingo, y a tal
fin, concibe cada cartela como hojas barrocas que envuelven un medallón,
sostenido por dos preciosos angelotes y que a su vez sostienen guirnaldas
estofadas.
La
imaginería auxiliar del trono, que se sitúa en los citados medallones centrados
en las cartelas, se ejecutó en el talle de Encarnación Hurtado, en Sevilla, y
se basan en una interpretación preciosista del cuadro de Alonso Cano que existe
en la Catedral de Málaga, y que representa a la Virgen del Rosario, advocación
dominica por excelencia y primera Patrona de la Armada. La segunda imagen, que
es la Inmaculada Concepción, está inspirada, también en la Catedral
malacitana, en un cuadro de Claudio Coello. La tercera cartela está presidida
por una Virgen del Carmen, reproducción interpretada de la imagen que se venera
en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando.
Por último, se encuentra la imagen de la
Patrona de Málaga, la Virgen de la Victoria, en un altar que recuerda el dosel
que lleva en su trono procesional, en el lugar que ocupa la cuarta cartela, en
la parte trasera del trono.
La
candelería, diseñada y fabricada por Talleres Villarreal, en plata de ley, que
consta de 81 candelabros, desde 40 centímetros hasta los 98 del tamaño
superior. Estos candelabros recuerdan elementos del trono, como las ánforas,
nudos de las barras de palio, macollas del palio, etc. Las barras de palio
corresponden al taller de orfebrería de Manuel Seco Velasco (1947).
Manto: La obra, que fue realizada por el bordador malagueño
Salvador Oliver Urdiales tras plasmar el diseño creado por Jesús Castellanos,
se estrenó el Jueves Santo del año 2011. Una pieza en la que se emplearon tres
años de ejecución, para los aproximadamente 200 kilos de peso, que constituyen
35 metros cuadrados sobre terciopelo negro de algodón alemán y rematado con una
puntilla artesanal de 5 metros y un fleco de morillera de 20 metros. Todo ello
da lugar a un manto de grandes dimensiones: 7,20 metros de largo y 4,90 metros
de ancho.
Destaca la variedad de la puntada y la
ejecución de la técnica de la hojilla, de grandes volúmenes. Asimismo, resalta
el vástago central, que consta de una gran ánfora de rosas y calas. El diseño
se fragmenta en las vistas, las triangulaciones superiores, en las elipses
decorativas y la greca. Así, por un lado, se ha proyectado un sinuoso juego de
eses en las vistas que configuran los caracoles que la estructuran y ascienden
a la parte superior. También destacan elementos vegetales como los tallos y las
hojas que surgen del nudete inferior.
En las triangulaciones superiores se marcan
las líneas del recorte del manto, y en las elipses se crea una amplia variedad
decorativa que rompe la monotonía de las sucesivas repeticiones en todo el
conjunto, alternando elipses interiores y exteriores. En cambio, la greca
reviste todo el perímetro, a excepción de las vistas, con fragmentaciones
determinadas por la composición de la pieza.
Entre los innumerables aspectos que merecen
la pena detenerse no hay que olvidar las tres cartelas formando un triángulo
invertido en la zona inferior. En la central se ubica la heráldica dominica con
las estrellas de seis puntas en referencia a Santo Domingo; para la cartela del
lateral derecho se incluye el anagrama mariano, para hacer alusión a la
Santísima Virgen como reina coronada y purísima; y en la parte izquierda, la
rosa de los vientos, que simboliza a María como protectora que dirige y señala
nuestro rumbo a buen puerto.
Palio: Ochavado. Se ejecutó en 2001 en los Talleres de Fernández
y Enríquez de Brenes (Sevilla) manteniendo el diseño del anterior (Leopoldo
Padilla-1948) y sustituyendo la gloria central, que representaba el escudo de
la Congregación por el escudo pontificio.
Ánforas.- Diseño de Jesús Castellanos ejecutados en los Talleres
Villarreal (1990).
Halo.- Diseño de Fernando Prini, realizado por el orfebre Manuel
Valera (Córdoba 2016). Es el halo con el que la imagen fue coronada
canónicamente el 11 de junio de 2016 en la Catedral de Málaga.
Saya: Pieza bordada en oro sobre terciopelo negro ejecutada por
el bordador malagueño Joaquín Salcedo, siguiendo el dibujo del diseñador Curro
Claros, y con cuatro Ángeles de Encarnación Hurtado. Es la saya de coronación
de la Virgen (2016).
Peso: 4026 Kg.
Dimensiones: 13,50 de largo x 6,12 de alto.
Hombres de trono: 254.
PATRIMONIO ARTÍSTICO
La fundación del Convento de Santo Domingo
de Málaga se realiza mediante la donación de una ermita denominada de Santa
María de las Huertas, en el barrio del Perchel, por los Reyes Católicos, en
1489, constituyéndose el priorato en 1493.
La ermita fue ampliada por el lado norte en estilo gótico, quedando
concluida la obra en 1494, aunque de dimensiones reducidas y con un pequeño
convento que pronto será ampliado.
A partir de 1518 el convento establece
noviciado y más tarde varias cátedras de estudio de Artes, Teología Escolástica
y Escritura. La iglesia comienza a
ampliarse en 1515 y en 1564 se incorpora la sillería del coro.
Prueba de la importancia que fue adquiriendo
el convento y, de la conclusión de sus obras de ampliación, es que la Provincia
Bética, a la que pertenecen los dominicos de Málaga, celebra Capítulo
Provincial en este convento en 1568. El
altar mayor comienza a ser decorado con un retablo en 1553 aunque no se terminó
hasta 1593. En el siglo XVIII se instala uno nuevo de estilo barroco.
En la iglesia se labran numerosas capillas
como la de San Pablo y San Agustín en 1529, la del Rosario en 1570, la de Arriola en 1572, la de la Soledad en 1587 y
la de San Andrés, construida por los comerciantes flamencos y alemanes en 1662.
Fue a partir de 1650 cuando fray Alonso de
Santo Tomás, hijo de este convento, Obispo de Osman primero (1661-1664) y
Obispo de Málaga después (1664-1692) comenzó las obras de mejoras y
embellecimiento del convento y la iglesia. Entre otras obras mandó realizar las
obras de la escalera del claustro, la biblioteca, ampliando las cátedras, y
renovó el edificio del convento con nuevas habitaciones y dependencias.
El siglo XIX supone el
fin de la vida conventual. En un primer momento, la guerra de la Independencia
esquilma el patrimonio ornamental de la iglesia. En 1833, con la
desamortización, abandonan los frailes el convento y se pierde gran parte de su
patrimonio, como los archivos, la biblioteca y buena parte de las obras de arte
de su interior. El edificio conventual
pasó a la Diputación Provincial que lo usó como hospicio y como asilo de
ancianos, para pasar en el siglo XX a ser un corralón de vecinos. Fue demolido
en 1998. La iglesia, que no pudo ser
vendida ni reutilizada para otras actividades, pasó al Obispado de Málaga que
la convirtió en parroquia en 1853.
La proclamación de la
2ª República en 1931 y las revueltas sucedidas en la ciudad en ese año fueron
la causa del incendio de la iglesia que quedó en ruinas. También desaparecieron
los archivos parroquiales, que vuelven a incendiarse en Junio de 1931. Solo una nave lateral fue reconstruida en un
primer momento, hasta que en 1953 el arquitecto Enrique Atencia acomete la
tarea de la reconstrucción de las tres naves. El exterior es modificado en 1995
por la reforma del cauce del río
Guadalmedina. Este es el edificio que hoy podemos contemplar y del que
apenas los cimientos quedan de la antigua iglesia.
El convento y la
iglesia fueron embellecidos a lo largo de los siglos con numerosas obras de
arte, la mayoría perdidas en la actualidad.
Una de las primeras en desaparecer fue el retablo realizado por
Francisco Pacheco en 1622, ya que fue sustituido por otro de estilo barroco en
el siglo XVIII. El retablo estaba presidido por la Virgen de la Encarnación y
rematado por un crucifijo a los pies del cual se encontraban, la Virgen, San
Juan y María Magdalena. La sillería del
coro realizada en 1564 pasó al Seminario Diocesano a comienzos del siglo XX y allí
se conserva casi en su totalidad.
Fray Alonso de Santo Tomás, dominico y Obispo
de Málaga, encargó dos grandes piezas a Pedro de Mena, la Virgen de Belén y la
iglesia y el llamado Cristo de Mena, que ocupó la sala “De Profundis”, donde
los frailes rezaban cada día por los difuntos. Ambas piezas desaparecieron en
el incendio de Mayo de 1931, así como los retablos y las imágenes que los
decoraban. También decoró el claustro y
la iglesia con cuadros con la vida de Santo
Tomás, algunos realizados por Alonso Cano y desaparecidos en la desamortización.
De gran valor debió ser la biblioteca conventual que desapareció con la
exclaustración y de la que no quedo rastro de su destino último.
El hermano mayor Álvaro Príes, Marqués de
Benavente, tuvo a bien arreglar la capilla y el camarín. Debido a su propia
labor de decorador y diseñador, aportó sus conocimientos en la remodelación y
restauración de estos espacios logrando uno de los lugares de culto más
destacados de la ciudad. La inauguración de los trabajos se produjo en 1963. El
camarín está inspirado en el barroco del siglo XVIII con una abundante
decoración y está ejecutado en oro fino y estuco rosa, la magnífica cúpula con
motivos vegetales, así como las originales cartelas que recogen la simbología
de la cofradía. La capilla presenta sus paredes revestidas de mármol de color
negro que le da un aspecto riguroso y elegante cuya reja donde aparece el
nombre de la Congregación da entrada a la misma desde la iglesia de Santo
Domingo, sede canónica de la hermandad.
En la actualidad, cuenta con el cuadro de la coronación, de
Francisco Naranjo. El cuadro del centenario de Raul Berzosa. El cuadro de la J.M.J (Jornada Mundial de la
Juventud) de Revello de Toro y una estampa del Cristo de la Buena Muerte,
editada por la Congregación de Mena de “Eraclio Fournier”
MÁLAGA SE EMOCIONA CON EL CRISTO
DE LA
BUENA MUERTE Y LA LEGIÓN
Miles de personas
han salido a las calles de Málaga para
presenciar el desembarco de la Legión en el
puerto de la capital y su posterior desfile por el centro histórico hasta
llegar a la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, donde se ha llevado a cabo el
traslado y la entronización del Cristo de la Buena Muerte y
Ánimas.
Eran las 10.30 horas
cuando del buque 'Contramaestre Casado', perteneciente a la Fuerza de Acción
Marítima de la Flota y con base en el Arsenal de La Carraca de San Fernando
(Cádiz), ha desembarcado en el muelle 2 la Compañía de Honores de la X Bandera
del Tercio 'Alejandro Farnesio IV de la Legión, con sede en Ronda (Málaga).
Allí, un público
multitudinario, además de diversas autoridades militares, civiles y religiosas,
esperaban horas antes a que arribara el buque de la Armada Española en un acto
que ha presidido el ministro de Defensa.
Así, el Palmeral de
las Sorpresas ha abierto el camino a los legionarios en su desfile hasta la
plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, pasando antes por Molina Larios, plaza del
Siglo, plaza del Carbón, calle Granada, calle de Larios, Alameda Principal,
puente de Tetuán, Nazareno del Paso, Glorieta de Lola Carrera Cerezuela y plaza de la Legión Española,
llegando así a su destino.
Sobre las 12.30
horas, las damas y caballeros legionarios han llegado entre aplausos a la Casa
Hermandad de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas y Nuestra
Señora de la Soledad, en el barrio de El Perchel, donde, tras cuadrarse, han
entonado al unísono la letra de 'El novio de la muerte', que ha marcado el
ritmo con el que han portado a hombros y a pulso la talla del también
conocido como Cristo de Mena.
Además, durante el
acto se ha recordado a los caídos en las misiones militares del ejército
español tras la lectura de una oración; y se ha hecho entrega del estandarte
del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que custodiará hasta el próximo acto
penitencial el tercio Rey Alfonso XIII, II de la Legión.
Asimismo, antes de
la entronización del Cristo de Mena, se ha entregado al mismo tercio la corona
de espinas que lució la talla el año anterior.
Más tarde, mediante un sistema de poleas, se ha
depositado al crucificado en el trono al son de la marcha procesional 'Cristo
de La Legión', de Eloy García, interpretada por la brigada Rey Alfonso
XIII, no sin antes saludar a Nuestra Señora de la Soledad.
Entre
"vivas" y aplausos, la compañía de honores y la banda de guerra y
música han abandonado la plaza desfilando, después de cantar el himno de la
Legión y enunciar parte del credo legionario. Se ponía así fin, alrededor de
las 13.15 horas, a uno de los actos más significativos de la Semana de la
Pasión de Málaga.
GUARDIA DE HONOR AL CRISTO
DE LA BUENA MUERTE.
La procesión del Cristo de la Buena Muerte es una de las
más populares de la Semana
Santa de Málaga,
debido al papel que desempeña la Legión en
el traslado y custodia de la imagen.
Se trata de una tradición que el cuerpo
militar realiza cada Jueves
Santo prácticamente desde su fundación y que congrega a un
gran número de malagueños y visitantes en la plaza de Fray Alonso de Santo
Tomás, donde se produce el punto álgido previo a la estación de penitencia.
Los actos comienzan a las 10:30
horas del Jueves Santo en el
Muelle 2 del Puerto de Málaga, lugar en el que se realiza el desembarco de la
Compañía de Honores de la X Bandera del Tercio Alejandro Farnesio. Una vez ahí,
los legionarios desfilarán por el casco histórico de la ciudad hasta llegar a
la plaza Fray Alonso de Santo Tomás.
A partir de las 12:00 horas tiene lugar el
relevo del estandarte del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, también conocido como Cristo de Mena en honor a su
escultor Pedro de Mena. Será entonces cuando se traslade la talla a su trono
procesional portado por legionarios que entonarán El novio de
la muerte en un acto solemne.
Finalizado el traslado,
será a partir de las 20:00
horas cuando comience la procesión.
Túnicas y capirotes de terciopelo negro acompañaran al Cristo de la Buena
Muerte y Ánimas y Nuestra Señora de la Soledad Coronada, que serán escoltados
por la Legión.
BIBLIOGRAFÍA
CONGREGACIÓN DE MENA. “Achivos”
PABLO JESÚS LORITE: “Iconografía según Francisco Palma Burgos”.
PABLO JESÚS LORITE: Los
Crucificados: Religiosidad, cofradías y Arte.
Antonio Jesús González
Ramírez. “MENA”
MANUEL GARRIDO. “ Compendio de una
Época.”
ELIAS DE MATEO AVILÉS: Cronista de Mena.
MENA. 100 años de historia, cuatro siglos de
devoción.
CONGREGACIÓN DE MENA. Revistas
CRISTO DE LA ABUENA MUERTE
(De Mena)
ANTERIOR AL AÑO 1931
EN LA PLAZA DURANTE EL TRASLADO
El Cristo de La Buena Muerte de Palma a hombros de la
Legión ante las autoridades.
Jueves
Santo, El Cristo de la Buena Muerte de Palma por la
Alameda Principal de Málaga
SOLEDAD, JUEVES
SANTO POR LA ALAMEDA PRINCIPAL
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