domingo, 12 de septiembre de 2010

MALAGUEÑA DE FIESTA, COMO SURGIERON











MALAGUEÑA DE FIESTA, COMO SURGIERON

MALAGUEÑAS DE FIESTA.
COMO SURGIERON






La pregunta estaba en el aire. ¿Por qué no se bailan malagueñas en la feria y fiestas populares de Málaga? ¿Por qué todo el mundo ha de recurrir a las sevillanas y en cambio un baile tan nuestro como son las malagueñas no se baila?
Esta era la pregunta que muchos malagueños se hacían en aquellos momentos en que las sevillanas estaban en uno de sus momento más álgidos, y para encontrar alguna respuesta, en cuanto surgía la ocasión elevaban la misma pregunta a aquellas personas que de un modo y otro estábamos relacionados con la música tradicional de Málaga, generalmente, a aquellas personas que durante muchos años estuvimos integrados en los muy conocidos “Coros y Danzas” dedicados desde los años cuarenta a la enseñanza y divulgación del folclor andaluz, y como es natural, muy especialmente a las malagueñas tradicionales.

La “Malagueña de Fiesta” fue como una toma de conciencia por muchos malagueños de que existía una cultura musical y de danza local. Un cante y un baile de la Málaga urbana que era la malagueña tradicional, la folclórica, entendiendo que todo el folclore no es algo fósil sino algo que está vivo y en evolución constante que cada sociedad va produciendo según las condiciones que les toca vivir.
La “Malagueña de Fiesta” fue como una respuesta natural al deseo de los malagueños de participar cantando y bailando de forma fácil y sencilla en los momentos que la gente del pueblo se reúnen para divertirse en las fiestas. Una malagueña realizada a partir de la estructura métrica de la malagueña tradicional de baile, respetando las connotaciones melódicas de la composición original.



LA MALAGUEÑA TRADICIONAL






En el Archivo Histórico Provincial de Málaga, encontramos la carpeta número 29492, en la que existen documentos e la antigua Sección Femenina de Málaga, y en la que consta una nota titulada “Historia de la Danza” en la que se puede leer referida a la malagueña, lo siguiente:
“Danza antigua que se canta y baila en la provincia de Málaga desde largos años. Es de forma ternaria y se acompaña con guitarras bandurrias y laúdes. La malagueña es una danza oriunda de la rondeña.
Bailada en su forma primitiva, es una danza graciosa y llena de espíritu y garbo andaluz. Nada tiene que ver con la malagueña que canta el genero flamenco”
Por otro lado, existe en el mismo archivo una nota del maestro músico, don José Navas, en la que entre otras cosas dice:
“Algunos tratadistas, vieron en la “Tirana,” (baile popular de finales del siglo XVIII,) algunos antecedentes de la malagueña.”
Lo que nos lleva a la conclusión de que la malagueña tiene una antigüedad por lo menos del siglo XVIII, posiblemente más antigua.
Jesús Majada Neila, en su libro “VIAJEROS ROMÁNTICOS EN MÁLAGA” refiriéndose a su vez a la obra de Charles Davilier, “Viajes por España” ilustrada por Gustavo Doré, comenta:

“….La calles de Málaga han conservado, en ciertos barrios, su antiguo aspecto, y son todavía estrechas y tortuosas, como en la época mora. Muchas casa tienen, como las de Granada, un patio descubierto, rodeado de arcadas y adornado con plátanos, naranjos y otras plantas, en medio de los cuales surge el delgado hilillo de un surtidor. En el patio se acogen durante los grandes calores, y en él tienen lugar durante las hermosas tardes del verano las tertulias, reuniones en las que se bailan a veces algunos pasos andaluces, como el “polo del contrabandista” o la malagueña del torero.” También se canta al son de la guitarra esas coplillas tan populares en Andalucía, que se llaman malagueñas.”
“El ritmo de las malagueñas es un poco extraño, rudo si se quiere, pero no tiene absolutamente nada de vulgar ni de frívolo. Lo mismo puede decirse de las cañas carceleras, playeras o rondeñas y otros cantos populares de Andalucía….. Lo mismo que todos estos aires, las malagueñas tienen sin duda un origen moro, y son, sin haber sufrido alteraciones algunas, las mismas melodías que cantaban, acompañándose del laúd los súbditos de Ibn-al-Kamar y de Boabdil. Probablemente, las palabras mismas no son más que la traducción de algunos antiguos romances moriscos.
He aquí una malagueña, la más popular, la más clásica y que, sin embargo, no ha sido publicada nunca, que nosotros sepamos, en ninguna parte.”


¡Adios Málaga la bella;
Adios Málaga que sí!
Tierra donde yo nací,
para todos fuiste madre
y madrastra para mí.
¡Adios Málaga la bella!
¡Adios Málaga la bella!


“Las malagueñas se componen generalmente de coplas de cuatro versos cada una; el primero y el último se repiten dos veces. El asunto no es siempre tan melancólico, pero casi siempre es sentimental:”


Échame niña bonita,
lágrimas en tu pañuelo,
y las llevaré a Granada
que las engarce un platero.




Pero recorriendo el tiempo, y acercando la historia a nuestro siglo XX, nos consta que la malagueña de baile, la que más tarde sirvió como base para la composición de la Malagueña de Fiesta, fue compuesta por el músico, maestro don José Navas, profesor de guitarra del Conservatorio de Málaga y el coreógrafo maestro Rosén, a finales de los años 40 o principio de los 50, montada esta malagueña en gran parte tomando como base los pasos de la Escuela Bolera.
El maestro Rosén fue contratado por Coros y Danzas de la Sección Femenina de Málaga para que junto con otras danzas andaluzas las enseñara a todos los componentes de esta organización que tanto trabajó durante más de cuarenta años para desarrollar y promocionar todo el folclor español a partir de la posguerra española de 1936.
Rosén, (Juan Rodríguez Dueña) fue un magnífico bailaor, y más tarde excelente profesor de danza, que además de impartir las clases en Coros y Danzas, tenía su estudio particular en la calle Carreterías número 78 de nuestra ciudad. Nació en Málaga en el año 1897 y murió en su ciudad natal el día 4 de Marzo de 1974. Era un magnífico artista que dominaba todos los bailes flamencos y folclóricos de Andalucía y algunos de otras regiones como, Aragón, Galicia, entre otras, e incluso llegó a dominar de forma magistral el baile de claqué, según manifiesta su hijo Juan Rosendo, “Rosén” magnífico bailaor, que también fue, y desde hace mucho tiempo un extraordinario bordador.

De las interpretaciones que los conjuntos folclóricos han hecho a partir del trabajo de los maestros Navas y Rosén, el musicólogo y catedrático Manuel del Campo, (muy vinculado a la Sección Femenina) hace la siguiente definición musical de la malagueña popular de baile:

“La malagueña popular de baile es una composición musical que consta de una introducción libre, un paseíllo de diez compases en tiempo ternario y aire cadencioso, al que sigue una copla de veinticuatro compases en tiempo ternario u poco más apresurado. Esta copla se repite hasta tres veces con un paseíllo delante, terminando la tercera copla con los acordes finales de carácter conclusivo.
La melodía y armonía de la composición de libre creación y a ser posible inspirada en la música popular malagueña.”

Qué me impulsa veintitrés años más tarde de que se inventaran las “Malagueñas de Fiesta” a informar de cómo surgieron; se debe principalmente a dos razones: De una parte, que ha llegado a mis oídos comentarios de algunas personas que se atribuyen de forma personal, y sin presentar para ello ningún documento soporte que lo acredite, el invento de las mismas. Por otra parte, cuando he accedido a Internet buscando información sobre el certamen de malagueñas de fiesta que se celebra anualmente, he hallado algunos comentarios de que fue el malogrado músico, José María Alonso quien junto a un grupo de personas las inventó.
Ante estas afirmaciones, yo le daría la vuelta al enunciado, y diría que un grupo de personas, con nombres y apellidos, junto con José María Alonso, fueron los artífices de la creación de las Malagueñas de Fiesta. Para ello, relataré de forma lo más aclaratoria posible y por supuesto con un soporte documental que lo acredita, para que en futuro no quede la duda de cómo se desarrolló el comienzo del proyecto. Y por supuesto que me parece acertado que al certamen que cada año se celebra, sea dedicado a aquel magnífico músico del que tuve el honor de contar con su amistad.

Navegando por Internet, encuentro en la página Malagaturismo.com. El folklore y la Artesanía. MALAGUEÑAS, un artículo del señor Hipólito Rossy, con el que estoy de acuerdo cuando manifiesta que existen tres tipos de malagueñas; la abandolá, la flamenca y la instrumental. También estoy muy de acuerdo cuando reconoce la importancia que tuvo los Coros y Danzas de España a partir de la posguerra española en favor del folclore, y concretamente a favor de la Malagueña, sirviendo esta, como estructura esquemática de lo que hoy son “Las Malagueñas de Fiesta.”
También estoy de acuerdo, en que esta malagueña, consta de un paseíllo o estribillo que se repetirá delante de cada una de las tres coplas de que consta la composición, formado este por un número indeterminado de versos (casi nunca más de seis) de métrica y rima dispar, que habrán de ajustarse a la medida musical y rima de los que vayan delante de cada copla de una misma composición aunque el texto sea diferente. También es recomendable, (yo diría imprescindible) que su cadencia rítmica sea más lenta que la copla a la que pertenece, (o sea la malagueña tradicional, afirmo yo) y lo recomendable es que no pierda el aire de la malagueñas en la composición.
También estoy de acuerdo en que uno de los artífices de la creación de las Malagueñas de Fiesta, fuera el malogrado y gran músico, José María Alonso.
Pero en lo que no estoy de acuerdo, con todos mis respetos al Sr. Rossy, es su afirmación de que nuestro amigo José María a finales de la década de los setenta y principio de los ochenta orientara con su trabajo y el de otros cantaores contemporáneos, (estos aún tienen nombre y apellidos) un canon a seguir a la hora de componerse una Malagueña de Fiesta. En esta afirmación, me parece que el señor Rossy, no ha contado con el material histórico de soporte suficiente a la hora de componer su escrito. Explico mi descuerdo, y más adelante lo demostraré.
José María Alonso, no fue a finales de la década de los setenta y principio de los ochenta, cuando comenzó a trabajar en la realización de las Malagueñas de Fiesta, esto fue a partir de Enero del año 1985.
Lo que sí es cierto, es que José María, a principio de la década de los ochenta, y quizás pensando en contrarrestar en cierto modo el gran incremento de las sevillanas y dar a Málaga una música parecida, para que los malagueños tuviésemos nuestra propia música de fiestas, comenzó un proyecto al que le dio el nombre de “La Boquerona,” que al parecer no tenía relación ninguna con la malagueña, pero al no encontrar colaboración ni apoyo suficiente, el proyecto fue abortado.
José María no orientó con su trabajo, un canon a seguir a la hora de componer esta Malagueña. Él realizó los arreglos de un canon que un grupo de especialista en la malagueña tradicional y el folclore en general, y en especial el que suscribe, Manuel Garrido, que el día veinte de Enero del año 1985, acordamos en una reunión mantenida en una cafetería céntrica de Málaga, y que más adelante también explicaré.




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Corría el mes de Diciembre del año 1984. En el estudio de bailes de la profesora Elena Utrera, recibía clases Julio Almagro, al parecer miembro del diario Sur de Málaga, según manifiesta Elena. Julio, igual que muchos malagueños, le hizo a la profesora la misma pregunta que todos los folclóricos estábamos acostumbrados a escuchar; ¿por qué no se bailan malagueñas? A lo que le contesta Elena, “Es que habría que reunir a todas las profesora y profesores de bailes con el fin de idear una fórmula para que las malagueñas se puedan bailar en todas las fiestas, lo mismo que se bailan las sevillanas, por ejemplo.”
Julio Almagro, como profesional de la información, se puso en contacto con su amigo personal, el músico José María alonso con el fin de que se interesara por ello. José María a su vez, le dio el encargo a su también amigo el periodista y escritor, Luis Melero de El Diario de la Costa del Sol, que, como “pescadilla que se muerde la cola” se puso en contacto con Elena Utrera para que élla como conocedora de todas las profesora y folcloristas, nos convocara para una reunión, la cual tuvo lugar en la cafetería “Puerto Rico” situada en la Plaza de la Marina de Málaga, el día 19 de enero de 1985.

La mesa redonda estaba compuesta por las siguientes personas: Elena Utrera, profesora de danzas. Pepe Moreno, esposo de Elena, aficionado y conocedor del folclore. Pepa Guerra, profesora de danzas y folclorista. Lola Carreras, estudiosa de nuestras costumbre tradicionales. Reme Ruiz, profesora de danzas en Churriana. Mari Trini León, profesora de danzas en Fuengirola. Manuel Garrido, folclorista y cantaor de flamenco. Paloma Ripoll, profesora de danzas en Torremolinos. Pepe Rosa, profesor de danzas y folclorista en Álora. Encarna Perraut, profesora de danzas. Francisca Vázquez, aficionada, residente en Álora y conocedora de nuestro folclore. Así como otras personas interesadas en el proyecto.
A lo largo del coloquio se habló de que la malagueña, (se hacía referencia a la malagueña tradicional, la que desde muchos años atrás se venía bailando por todas las bailarinas y bailarines folclóricos) que tiene sus raíces y su fuente musical en la Escuela Bolera del siglo XVIII, lo determina su forma de bailarlas, tiene categoría artística suficiente como para que haciéndole algunos arreglos pueda ser bailadas por todas las personas que lo deseen, y no solamente por los componentes de Coros y Danzas, que en realidad éramos los únicos que sabíamos bailarlas.
También a la pregunta lanzada de forma individualizada a la mesa por el periodista Luís Melero de por qué no se bailaban malagueñas, respondieron los integrantes de la mesa, entre otras mucha cosas, lo siguiente: (lo comento en síntesis)
(El día 20 de Enero de 1985 el Diario de la Costa del Sol en su “Magazín” dominical, publica un artículo en el que se recogen algunos de los criterios de la reunión.)

PEPA GUERRA, “bailar por malagueña debería ser una signatura obligatoria como lo es la gimnasia.”
MARI TRINI LEON, “en Fuengirola tenemos cuatrocientas chicas y algunos chicos, que saben bailar la malagueña tradicional, más otras tantas alumnas que la están aprendiendo, puesto que la Delegación del Cultura del Ayuntamiento se está preocupando de ello. Pero damos las clases y luego no se encuentran grabaciones comerciales para desarrollarla.”
ENCARNA PERROT, “necesitamos malagueñas nuevas, y el Ayuntamiento de Málaga debería convocar un certamen para algunas composiciones de ellas.”
LOLA CARRERAS, “la gente joven confunden los verdiales con las malagueñas, y al ser bailes muy distinto, no les resulta atractivo para aprenderla.”
REME RUIZ, “hacen falta nuevas coplas y nuevos discos, pero sin que se desvirtúe la música tradicional” (desde luego esta era la opinión generalizada de todos los que componíamos la mesa redonda. Pero a pesar de que defendíamos conservar la esencia de la música tradicional, éramos conscientes también de que había que revitalizar las costumbres y dar un cierto giro a la danza ancestral y adaptarla a las exigencias del momento histórico social en que nos encontrábamos.)
PEPE ROSA, “he bailado por malagueñas en gran parte del mundo y he observado que la gente vibra cuando las observan, y es un “contradios” que precisamente en Málaga no se bailen con asiduidad.”
PALOMA RIPOLL, “la malagueña es un baile medido, limpio y hermoso, lástima que no tenga la proyección que debiera.” Y como anécdota, continúa diciendo. “En una ocasión participamos en un festival con un público muy variado. Como consecuencia de la moda, bailamos sevillanas y también fandangos de Huelva, por lo que fuimos “abucheados” pidiendo que bailáramos malagueñas.
Lo mismo nos sucedió el año pasado en la Feria de Agosto de Málaga. El pueblo pide las malagueñas a grito.” (Este mismo acontecimiento le sucedió a Mari Trini León con su grupo de bailes de Fuengirola en otro festival)
MANOLO GARRIDO, “llevo bailando y cantando malagueña tradicional, verdiales y todo el folclor andaluz, desde la década de los años cincuenta. Hay que hacer composiciones modernizadas, grabarlas y hacerlas asequibles para que todo el mundo pueda bailarlas. Debemos encontrar un compositor que se ocupe de buscar una forma fácil y directa de tocar y cantar las malagueñas con letras de algunos poetas que la escriban. Y a la pregunta que nos hacemos todos de por qué no se bailan, mi opinión es la que sigue:
Las malagueñas tal como se tocan y se bailan en la actualidad, están compuestas en primer lugar por un estribillo o paseíllo que se interpreta con guitarras, laúdes y bandurrias; a continuación entra la copla. Pero al estar compuesto el estribillo para interpretarlo sólo con instrumentos musicales, a la hora de interpretarlas en cualquier feria, fiesta o reunión, y no ser norma generalizada que se lleven a mano esos instrumentos antes mencionados, a no ser que de antemano se proyecte la fiesta, y si esa fiesta es de forma improvisada, difícilmente se podrá bailar. Entonces si le ponemos letra a ese estribillo, me atrevo a exponer que, en cualquier momento, y en cualquier lugar que surja la ocasión, sólo con unos golpes de palma como aviso, todo el que lo desee podrá bailar malagueñas.”
Y terminó Manolo diciendo, que en vez de llamarle a esa malagueña con el nombre de Malagueña de Feria” como apuntaba Luís Melero; al ser este proyecto para bailarlo no solamente en la feria, sino en cualquier fiesta, debería llamarse “Malagueña de Fiesta”
En ese mismo instante, (como recogió una pequeña grabadora que llevaba Luís Melero) Manolo Garrido dando cuatro golpes de palmas, comenzó a cantar una malagueña poniendo letra al estribillo.









ESTRIBILLO

Málaga jardín en flor
de luz y de color,
tus vinos y tu sol.
Fandango verdial
que canta un violín,
jazmines junto al mar.
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Arrecógeme el boliche
marinero que amanece.
Arrecógeme el boliche.
Saca la barca a la arena,
las gaviotas me dicen
que se acerca la marea.

Al estribillo

Como un rayito de luna
que brilla sobre la mar.
Como un rayito de luna.
Málaga eres tan hermosa,
suave aroma embriagador
de los pétalos de rosa.

Al estribillo

Donde el poeta bebió
la fuente de su saber.
Donde el poeta bebió.
dame Málaga que beba,
quiero cantar a los vientos
como te cantó Juan Breva.

ELENA UTRERA, que compartía la opinión de Manolo Garrido, terminó diciendo: “Son necesarias composiciones nuevas y que los estribillos sean cantados en vez de instrumentalizados para que todo el mundo los pueda tararear sin necesidad de música. Con música e instrumentaciones modernas y letras que hablen de Málaga.

Resumiendo, y dando por aprobado que las malagueñas nuevas, deberían reunir las características expuestas en la mesa, o sea, poner letra al estribillo, y dotarla de una nueva composición musical más moderna, y a ser posible orquestada para mayor realce en las posibles futuras grabaciones, se decidió remitir el proyecto al Ayuntamiento y a la Diputación Provincial que por supuesto lo acogieron positivamente, con los siguientes puntos solicitados:
a) Establecer una malagueña unificada que contará con un estribillo o paseíllo cantado, seguido de una copla. A continuación, un segundo estribillo seguido de otra copla. Un tercer estribillo, y la copla final.
b) Pedir a los principales poetas malagueños la creación de letras de malagueñas, las cuales deberán contar con un mismo tema argumental para las tres partes.
c) Pedir a algunos compositores la creación de melodías distintas para las canciones escritas por los poetas.
d) Solicitar a una empresa discográfica la edición de un disco o casete con dichas canciones, y que las mismas sean interpretadas por artista que pongan sus voces de forma desinteresada para esa primera grabación.
e) Difundir esta primera grabación, e intentar su difusión en las emisoras de radio y demás medios informativos.
f) Solicitar de los organismos públicos, la dotación necesaria para la convocatoria de un gran certamen de composiciones nuevas para las malagueñas que en opinión de todos debería tener lugar, si era posible, entre los meses de Abril o Mayo con el fin de que este baile haya logrado suficiente difusión antes de la próxima feria de Agosto
g) Realizar una labor de difusión entre las profesoras no asistentes a la mesa, para que se solidaricen con el proyecto.



En estas mismas fechas, Luís Melero en representación de la Asociación Cultural “Guiomar”, presenta al Ayuntamiento de Málaga un vasto proyecto firmado por el, y dirigido al Alcalde don Pedro Aparicio y al Concejal don Francisco Flores, en el que con el título de “Plan de Rescate de la Música Folklórica Urbana Malagueña” expone una serie de puntos con el fin de lograr entre otras cosas, la normatización de las malagueñas de baile.
El establecimiento de una medida estandarizada para las mismas. Distribución de las malagueñas estándar en todas las academias de baile y convocatoria del primer certamen.
Para ello, adjunta al proyecto, un presupuesto por las diferentes partidas por un importe total de 14.880.000,00 pesetas. (catorce millones ochocientas ochenta mil)

(En honor a la verdad, quiero dejar constancia que tanto Luís Melero, como José María Alonso, fueron dos de las personas que, dejando a parte su interés comercial, se preocuparon bastante en la divulgación de las Malagueñas de Fiesta. Como referencia, apuntaré que, una vez que se hubo celebrado el primer certamen en la Plaza de Toros de Málaga, cada jueves, en el pub “Pepeleshe” que regentaba Luís, celebraba concursos parciales de malagueñas de fiesta, dotados con un premio de 2.500 pesetas.
Los ganadores de cada jueves, competían en un concurso final, celebrado la semana anterior a la feria de Málaga, dotado con un premio en metálico de 10.000 pesetas. La idea era buena, pero al parecer no tuvo el éxito deseado para su promotor.)










Con fecha de 11 de Marzo de 1985, el Teniente de Alcalde Delegado del Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Málaga don Francisco flores Lara, envía un “Saluda” a Luís Melero, Elena Utrera López, María Trinidad León Quintero, Pepa Guerra Valdenebro y José Calderón Jiménez, invitándoles a participar en la Comisión de Cultura y Participación Ciudadana a celebrar el día 13 de los corrientes, en la que se tratará del Programa de Difusión de la “Malagueña de Fiesta”.
Dos días más tarde, la Comisión de Cultura, dictaminó favorablemente el Programa que se contempla, y se aprueba: La participación del Ayuntamiento en el patrocinio de una edición de 2.000 casetes y 1000 discos con la Diputación Provincial y la empresa Fonodis, S.A. con la creación de diez “Malagueñas de Fiesta” compuestas por el músico malagueño José María Alonso. Además la presentación de esta edición en un acto popular en el Teatro Cine Alameda y la convocatoria de un Primer certamen de Malagueñas de Fiesta cuya final se celebraría en la Plaza de toros de la Malagueta con una gran gala, proponiéndose los siguientes premios: Un primer premio de 500.000 pesetas, un segundo de 300.000, y un tercero de 200.000. Propuesta que fue aprobada por el Pleno del Ayuntamiento.

Asimismo, la Comisión Municipal, nombró a su vez otra comisión para el desarrollo del programa formado por: Francisco Flores Lara, Concejal Delegado de Cultura, Asunción García Agulló, Delegada de Información, Manuel Sánchez Vicioso, Representante del P.C.E., José Calderón Jiménez, Representante de A.P, Carlos de Mesa Ruiz, Director del Área de Cultura, José Montiel Brenes, Representante de la AA.VV., Luis Melero, Periodista. Y al no comparecer a esta convocatoria, Pepa Guerra Valdenebro, ni José Calderón Jiménez, fueron nombradas para esta comisión de Desarrollo las profesoras Elena Utrera López y María Trinidad León Quintero.
Archivo del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga.







PRESENTACIÓN DE LA MALAGUEÑA DE FIESTA.






El día 27 de Abril de 1985, se celebró en el Teatro Alameda de Málaga, el acto de presentación de la nueva composición de la Malagueña de Fiesta, en una demostración del esfuerzo tanto del Exmo. Ayuntamiento, como de la Excma. Diputación Provincial, para la devolución a Málaga de su música popular.
Lo que se ventilaba en el teatro, era una cuestión que nos atañe a todos los malagueños por igual; lograr que Málaga tuviese un baile popular al alcance de todos, y que fuese fácilmente bailable en cualquier feria o fiesta popular.
La periodista María Teresa Campos, que presentaba el acto, leyó una proclama a favor de la difusión de las Malagueñas de Fiesta, y enseguida dio paso a la orquesta dirigida por José María Alonso que tuvo un desarrollo magistral.
Entre público e intérpretes, se produjo una comunicación que daba lugar a un rompimiento del hielo de un olvido de la música propia que había durado demasiado tiempo, así como la sensación producida por la novedad de unas melodías que llegaban a sus oídos por primera vez.
La música fue colando en el auditorio conforme progresaba el espectáculo coordinado por la melodía y las voces de los cantantes, Manolo Garrido, Mercedes Abenza, Cañaveral, Vicente del Pino, Paco el Cenachero y Ana Luigi.
Sobre el escenario interpretaba magistralmente el baile de las nuevas malagueñas, los grupos de danzas de la academia de Elena Utrera, el Grupo Municipal de danzas de Fuengirola de Mari Trini León, y el de la academia de Encarna Perraut.
Durante el acto, se convocó el Primer Certamen de Malagueñas de Fiesta, concurso dirigido a compositores e intérpretes, y que sería dotado con tres premios, uno de 500.000 pesetas, para el primero, otro de 300.000 para el segundo y un tercero de 200.000 pesetas.

En el Diario de la Costa del Sol de 28 de Abril de 1985, “Magazín” aparece un artículo donde se ven a Manolo Garrido cantando, y al Grupo Municipal de Danzas de Fuengirola bailando, en la presentación de la Malagueña de Fiestas en el teatro Alameda.




























I CERTAMEN DE MALAGUEÑAS DE FIESTA.






Aunque en un principio la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Málaga pensaba que habría mucha expectación entre músicos y cantaores para el concurso, lo cierto es que en vista de lo contrario, hubo que poner un comunicado en el Diario de la Costa del Sol del día 6 de Junio, animando a los posibles participantes con el recordatorio de lo atractivo en la cuantía de los premios.
Era una forma probablemente de incentivar a la posible falta de credibilidad en la importancia del proyecto. Un proyecto totalmente nuevo y que por tratarse de una modificación de algo tan antiguo como las malagueñas, no se le veía demasiado futuro, máxime cuando las sevillanas estaban en esos momentos en el vértice del éxito.
Probablemente por la falta de garantías para el éxito que auguraba el proyecto, no fueron muchas las maquetas que se presentaron para este primer certamen-concurso. Por este motivo el Ayuntamiento tuvo que prorrogar el plazo de presentación de maquetas unos días, cuyo límite fue fijado para el día 14 de Junio.
Una vez salvado este pequeño contratiempo, la comisión seleccionó las diez canciones que debían presentarse a concurso en la Plaza de toros de la Malagueta.



El día 11 de Julio de 1985, se reunió en la Plaza de Toros de la Malagueta, el jurado calificador del “PRIMER CERTAMEN DE MALAGUEÑAS DE FIESTA” convocado por el Excmo. Ayuntamiento de Málaga y la Excma. Diputación Provincial de Málaga para la elección de las Malagueñas a las que corresponderán los primeros, segundo y tercer premios.

Dicho jurado estuvo integrado por D. Francisco Flores Lara, Concejal Delegado de Cultura, como presidente y los siguientes miembros: D. José Calderón Jiménez, Concejal. D. Fernando Montero Escudero, Diputado Provincial. Dª. Pilar Oriente Guarido, Diputada Provincial. D. Gonzalo Martín, profesor del Conservatorio. D. Manuel Santos, Guitarrista Flamenco. Dª Elena Utrera, Profesora de Danzas. D. Pedro Luis Gómez, Miembro de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa. D. José Amador, Presidente de la Unión de Periodistas. Actuando como secretario, D. José Bernal Dultz.

Las diez malagueñas seleccionadas para esta final fueron las siguientes:

“MALAGA DE MIS AMORES” Intérpretes, Mariló y Grupo Kristal. Letra y música de Eigo-Prieto.
“ARRECÓGEME EL BOLICHE” Intérprete, Manolo Garrido. Letra de Manolo Garrido. Música de Rafael Lara.
“PIROPO A MÁLAGA” Intérprete, Carmen Abenza. Letra de Carlos Rodríguez. Música de Enrique Campos y Amable García.
“AL MARENGO” Intérprete, Los Carreteros. Letra de Antonio Ocaña. Música de Francisco Ramos.
“A TI MALAGA” Intérprete, Gloria de Málaga. Letra y música de Maria angeles Jiménez Cortés.
“A LA LUZ DE LOS FAROLES” Intérprete, Gonzalo. Letra y música de Gonzalo Fernández Benavides.
“LA GITANILLA” Intérprete, Los Marismeños. Letra y música de Ana Blanca.
“AL PASAR POR LA CALETA” Intérprete, Ángela María. Letra y música de Rigo-Prieto
“MALAGA LLEVAS POR NOMBRE” Intérprete, Francisco Corpas Martín. Letra y música de Francisca Corpas Martín
“SUEÑOS DE LUZ” Intérprete, Ana Luigi. Letra de Javier Espinosa. Música de Enrique Campos y Javier Espinosa. (Grupo “Alyamia.”)



Una vez oídas por el jurado las diez malagueñas participantes, acuerda otorgar los premios a las siguientes:

Primer premio de 500.000 pesetas a, “PIROPO A MALAGA” de Carmen Abenza.
Segundo premio de 300.000 pesetas a “A TI MALAGA” de Gloria de Málaga.
Tercer premio de 200.000 pesetas a “AL MARENGO” de Los Carreteros

Los grupos de baile que intervinieron para amenizar las canciones sobre el escenario, luciendo sus mejores vestidos folclóricos y bailando con toda la gracia y maestría que sus profesoras les habían enseñado tras un apretado periodo de aprendizaje fueron, Los alumnos de Elena Utrera, los de Mari Trini León, los de Reme Ruiz y los de Encarnita Perraut.

En la velada también hubo una actuación a cargo del Grupo de Amigos de la Feria, “Los Piyayos”
Y como colofón a una agradable e inolvidable tarde de música y folclore en la que la Plaza de Toros experimentó un lleno, en expresión taurina, hasta la bandera, la genial intérprete de la canción. MARÍA JIMÉNEZ.


Al año siguiente, (1986) se celebró el segundo certamen, siendo seleccionadas la canciones; MÁLAGA BAJO EL SOL, interpretada por la Asociación Coros y danzas de Málaga. NOVIA DEL SOL, TU BAHIA, interpretada por Manuel Garrido. PATRONA DE LA VICTORIA, interpretada por Los Carreteros. TE QUIERO MÁLAGA, interpretada por Vicente del Pino. GAVIOTA, interpretada por El Patio del Piyayo. MALAGUEÑA DEL OLVIDO, interpretada por Paco Cenachero. MALAGUEÑA DEL SALERO, interpretada por Aires del Sur. ROMANCE GITANO, interpretada por Tijerita. MALAGA EN FIESTA, interpretada por los Rocieros. AMANECIENDO, interpretada por Remedios Amaya.


En 1987, se celebró el tercer certamen, cuyas diez canciones finalistas fueron; MALAGA VINO Y COPLA, interpretada por la rondalla de Paco Soler. TU ESTRELLA, interpretada por Virginia Rico. COMO LA LLUVIA, interpretada por Paco Cenachero. CANTO A MÁLAGA, interpretada por Jazmines de la Caleta. BRINDA CON NOSOTROS, interpretada por Revuelo. MI BARCA Y TU, interpretada por Miguel Cárdenas. MÁLAGA Y SUS PEÑAS, interpretada por Los Carreteros. PARQUE MALAGUEÑO, interpretada por Los del Arroyo. LA PALOMA, interpretada por Loli Sanabria. MALAGUEÑA DE LA YEDRA, interpretada por Canela.

Afortunadamente para el baile representativo de Málaga y los malagueños en general, en el verano de cada año se ha venido celebrando este certamen organizado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, con la colaboración de la Federación Malagueña de Peñas. En el año 2009, se ha alebrado el XXIV certamen.
Desde aquí, mi reconocimiento a todos, y mi agradecimiento como defensor de nuestro folclore, y les animo para que se continúe celebrando por el bien de nuestra cultura.























FUENTES DOCUMENTALES











Archivo del Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Málaga.

Hemeroteca de la Biblioteca Cánovas del Castillo de Málaga.

Archivo Histórico Provincial de Málaga. (Sección Femenina de Málaga, “Historia de la Danza”

Archivo privado de María Trinidad León y Manuel Garrido.

Archivo privado de Elena Utrera.

Archivo privado de Carlos de Mesa Ruiz.

lunes, 28 de junio de 2010

LA CIENCIA EN TIEMPOS DEL IMPERIO BABILÓNICO

LA CIENCIA EN TIEMPOS DEL IMPERIO BABILÓNICO





“La enfermedad no está sola en todo el hombre, sino también en su alma. Un espíritu enfermo, crea un cuerpo enfermo, y una enfermedad del cuerpo causa una enfermedad del alma, y no sólo debe tratarse la carne y su enfermedad, sino también la mente.
Es muy posible que todas las enfermedades, incluso las epidémicas, se originen en algún rincón secreto del alma, y puesto que en algunos casos, el alma ha enfermado a la vez que el cuerpo, puede ser si no curada, olvidada por medio de la comprensión y el cariño, y puesto que la enfermedad del cuerpo en ocasiones tiene su origen en la mente, ésta puede resultar más llevadera a través de la taumaturgia de que puede ser curada en cualquier momento.

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El poderoso y espléndido imperio babilónico, no resulta familiar para muchos lectores, ni lo son los conocimientos de entonces en la medicina y la terapéutica de los sacerdotes-médicos, como tampoco su ciencia, todo lo cual fue heredado por los egipcios y los griegos.
Los científicos babilónicos conocían las fuerzas magnéticas y las sabían usar. Estas cosas se hallaban en los miles de volúmenes de la maravillosa Universidad de Alejandría, que fue quemada por el emperador Justiniano, varios siglos después, en un arrebato de celos mal entendido.
La medicina y ciencia moderna empiezan ahora a descubrir estas cosas. La época presente es más pobre de lo que hubiese sido de no haber mediado el furor de Justiniano. Si la ciencia y la medicina babilónica hubiesen llegado hasta nosotros por medio de una tradición ininterrumpida, nuestros conocimientos del mundo y los hombres serían ahora mucho más amplios de lo que es actualmente.
No hemos descubierto aún cómo los babilónicos iluminaban sus velas con “fuego frío más brillante que la luna,” ni cómo hacían lo mismo con sus templos. Aparentemente conocían algún medio para usar la electricidad que nos es desconocido a nosotros, y que no era además, tan burdo como los nuestros.
La historia dice que usaban “navíos terrestres” iluminados por la noche y capaces de alcanzar grandes velocidades. (véase el libro de Daniel) También sabemos que usaban “piedras” raras o alguna clase de mineral para la cura del cáncer. Tenían gran experiencia en el uso del hipnotismo y en la medicina psicosomática. Abraham, que había residido en la ciudad de Ur, en Babilonia, transmitió a los judíos el conocimiento de la medicina psicosomática y éstos la usaron durante siglos. Los Magos, “los hombres sabios de Oriente” que llevaron ofrendas al Niño Jesús, eran babilónicos, aunque por entonces aquella nación hacía tiempo que había entrado en una gran decadencia.
También, en los libros santos babilónicos, estaba escrito que los hombres atravesarían los océanos sin ayuda de velas, que algún día volarían como pájaros por encima de los continentes y que, en su incontinencia, destruirían la tierra en que vivimos. Todos los filósofos a través de los siglos han conocido estas profecías, pero han temido decírselo al populacho. Recordarán que Sócrates fue obligado a morir por causa de sus pensamientos e ideas.
Si alguien hoy en el mundo del poder y materialismo en el que nos encontramos proclamase lo que los babilonios y los judíos han conocido durante siglos, sería llamado loco o mago, e inmediatamente sería rechazado y suprimido por la sociedad. Sin embargo, muchas de estas cosas han ocurrido ya, y quién sabe si el resto ocurrirá en el futuro.
Por tanto, imaginemos si todos aquellos conocimientos científicos desaparecidos en tiempo de los babilónicos hubiesen llegado hasta nuestros días, seguramente muchos de los problemas que nos encontramos hoy día y que no le vemos solución, especialmente en las enfermedades del ser humano, hubiesen sido erradicadas hace algunos siglos.”


“Si alguien busca la salud
pregúntale si está dispuesto
a evitar en el futuro
la causa de la enfermedad;
en caso contrario,
abstente de ayudarle.”


Sócrates

jueves, 7 de enero de 2010

LA FUNDICIÓN DE ARTILLERÍA EN MÁLAGA ENTRE LOS SIGLOS XV y XVI

LA FUNDICIÓN DE ARTILLERÍA EN MÁLAGA
ENTRE LOS SIGLOS XV y XVI





Las amenazas de los turcos hicieron tomar conciencia a los Reyes Católicos de la necesidad de eliminar la "cabeza de puente" que representaba el reino musulmán de Granada, y de llevar la frontera de sus reinos hacia el este.
En las distintas fases de seguridad que se llevaron a cabo, la primera de ellas fue, la reducción del reino nazarí y el desplazamiento de su población.
Después se centraron en el Mediterráneo, para lo cual debían disponer de una logística militar, siendo elegida la ciudad de Málaga para desde ella, lanzar a la ocupación de plazas en el norte de África, y organizar la expedición del Gran Capitán para conquistar los reinos de Nápoles y Sicilia.
Málaga se convierte en el punto más occidental de esa ruta marítima que llegaría hasta Alejandría. Basado en ello, y para abastecer los frentes más importantes, por ejemplo Italia y más tarde la futura expansión del norte de África, los Reyes Católicos ordenan en 1497, suprimir la fundición de Baza, para trasladar todo el material a Málaga.
Por esta época, los Monarcas ya habían ordenado el abandono de la fabricación de piezas de hierro forjado, por lo que a partir de aquí, en Málaga se fundiría el bronce en una sola pieza, cosa que con el hierro no era posible.
Los trabajos se iniciaron a cargo de los fundidores Maese López y Maestre Francisco, bajo la dirección del mayordomo Rodrigo de Narváez, cuya primera pieza fue un cañón de 79 quintales, 3 arrobas y 16 libras de metal construida el 6 de noviembre de 1499. (Arastegui y Sanz)
Siendo las armas por excelencia la artillería, es por lo que decidieron que se estableciera en Málaga la fundición, y a demás la fabricación de pólvora y municiones, (moldes, cañones, pólvora y pelotas de hierro fundido y de piedra) siendo Málaga el centro más importante de esta actividad hasta que en el siglo XVII Sevilla tomara la primacía.
Dado el poco tiempo transcurrido entre la conquista de Málaga y la implantación de la fábrica, no había capacidad de construir una nueva planta, por lo que había que apoyarse en alguna instalación ya existente en época musulmana, siendo en este caso el edificio de las Atarazanas, de cuyo edificio dice Francis Carter en su obra "Viaje de Gibraltar a Málaga":
"El edificio de las Atarazanas era grande y espaciosa, en el que los moros no solamente fabricaban sus armas y pertrechos militares, sino que se almacenaban provisiones de todo tipo….."
También en base a una carta de Carlos I dirigida al marqués de Mondejar que debía ser ¿gobernador de Málaga,? (dice Carter) donde se le autoriza al traslado de la fundición al lugar donde se encuentra hoy el edificio de la Aduana, en la que al respecto afirma también Carter en su misma obra:
"Asimismo me ha parecido el edificio que dezis convendría hacer debaxo de la Alcaçaba para los hornos de fundición y molinos de polvora, toneleros y carpinteros….."
Aunque la historiografía, (al menos la que pasó por mis manos) no me ha descubierto total certeza, es posible que Carlos I, teniendo noticias del antiguo puerto fenicio, más tarde romano y finalmente de los malagueños musulmanes, situado desde la actual Aduana hasta Puerta Oscura, (según el libro "El Puente de Santo Domingo en la Conquista de Málaga" de Manuel Garrido, ordenara la instalación de la fábrica en este lugar con el propósito de ahorrar gastos en la ampliación o construcción de nuevas dársenas de atraque para el abastecimiento de las naves con los materiales de guerra aprovechando las ya existentes.
A partir de esos momentos la fundición empezó un periodo de gran actividad. Del puerto de Málaga convertido para algunos en base de la flota semi permanente del Reino de Granada, saldría el 5 de junio de 1500, Gonzalo Fernández de Córdoba rumbo a Mesina (Sicilia) al frente de una armada de 4 carracas, 27 naos gruesas, 25 galeras, 4 galeotas y 5 fustas, llevando a bordo 4000 peones, 300 hombres de armas y 300 jinetes, con un tren artillero de 65 piezas de las que 23 estaban fundidas en Málaga, indicando el buen ritmo de la producción que algunos autores cifran en 200, entre los años 1499 y 1501.
Podemos decir como conclusión, que entre 1487 y 1516, año de la muerte del Rey don Fernando, Málaga asistirá a todo un ciclo evolutivo de la artillería, que abarca la realizada en hierro forjado hasta las piezas de fundición en metal, con una producción totalmente asentada y convertida, según palabras de Braudel, en estación reguladora, como principal abastecedora de la artillería.
Joaquín Gil Sanjuán y Juan J. Toledo Navarro. "IMPORTANCIA DE LA ARTILLERÍA EN LA CONQUISTA DE LAS POBLACIONES MALAGUEÑAS (1485-87)

miércoles, 15 de julio de 2009

PUERTO DE LA TORRE, PULMÓN DE MÁLAGA


La provincia de Málaga, como las demás provincias orientales de Andalucía, se caracteriza por la variedad de formaciones y climas existentes, ya que su propio agente geográfico la convierte en un área de contrastes, con la orografía más accidentada de toda Andalucía. Además del sol y la playa, se puede disfrutar también de unos espacios naturales muy valiosos en su interior. Este era el caso del Puerto de la Torre, (como interior más cercano) desde época antigua, que por su especial orografía y su situación geográfica, rodeada de una parte por el cerro del Atabal al Este. Al Noroeste por los montes de Orozco y los Verdiales, al Oeste, los montes Peluca o Platero y cerro de la Lanza, y la influencia del río Campanillas, y al Suroeste el valle del río Guadalhorce, que lo circunda, conformando una barrera que lo defienden del frío; caracterizándose su clima por sus suaves temperaturas gracias al papel del mar como regulador térmico al estar abierto a éste por el Sur.
Estas especiales circunstancias y el hecho de que la carretera facilitara el acceso de la ciudad al Barrio. También por su altitud y la influencia de su aire limpio, obtuvo la fama de lugar saludable.
Como consecuencia de este especial microclima, una selecta colonia de ciudadanos se fueron afincando en este lugar; y junto a las casas de labradores construyeron sus propias residencias, ya que los médicos por aquella fechas, (antes de los años setenta) aconsejaban a los que padecían ciertas enfermedades como la tuberculosis, la tos ferina u otro padecimiento similar, que se trasladaran a esta zona, donde encontrarían, si no el total restablecimiento, sí una relativa mejoría. Es por ello, que a finales del siglo XX, todavía existen villas con el nombre relevante de la alta sociedad malagueña de entonces, como son, Villa Cruz, la de Meliveos, Los Insturín. Y propiedades de fincas como Los Souvirón en el Cozcollar, (hoy urbanización Puerto Sol) los Orozcos, (constituida hoy en barriada) los Murillos, en el Gallego, (hoy barriada de Fuente Alegre) los recios, en los Morales, (también barriada).
De otra parte, aquellas familias cuyo poder adquisitivo era más bajo y que no podían acceder a la adquisición de una vivienda y menos a una finca, adquirían una pequeña casa en régimen de alquiler, por lo que para esta demanda, se comienzan a construir los llamados portales.
Todavía quedan en la fecha indicada algunos de ellos; sirva como ejemplo, los Portales de Torres, los Portales de Griffo, los del Carril del Molino, los de Zapatero, entre otros.
En la década de 1950, el Obispo de Málaga D. Angel Herrera Oria, también disfrutaba sus vacaciones estivales en el Puerto de la Torre.
En una conversación que mantuve con el Deán de la Catedral de Málaga D. Francisco García Mota, en el mes de Marzo de 2006, me confirmó que el señor Obispo escogió este Barrio para disfrutar de sus vacaciones de verano. El motivo de tan acertada elección, me decía, fue como consecuencia de la bonanza del clima de aquella zona, y también porque en esa época en el Puerto de la Torre se respiraba una relajante tranquilidad, lo que le permitía cumplir con sus meditaciones en aquella apartada casita que ocupaba junto a la Iglesia de los Dolores, y que la gente del barrio le llamaban "El mirador, o la casita del Obispo."
A partir de esta fechas, y hasta tiempos recientes, al Puerto de la Torre se le vino denominando como "el pulmón de Málaga". Pero como el crecimiento demográfico urbano de la gran ciudad se ha hecho sentir no sólo en su interior, sino en un extenso territorio de influencia; así como el estilo de vida urbano de los nuevos residentes rurales del área periférica, ha generado una exportación de las insuficiencias urbanas y de sus demandas al campo, contribuyendo a la generación de múltiples urbanizaciones, lo que ha creado un incremento elevado de la población y por consiguiente de la polución, creando un deterioro climatológico que ha dado al traste con el que fue bien ganado nombre de "Pulmón de Málaga".
Del libro, "Puerto e la Torre Convento del Cañaveral, Virgen de las Cañas, su Historia" de Manuel Garrido.

jueves, 18 de diciembre de 2008

CERRO PLATERO. PUERTO DE LA TORRE



EL CERRO PLATERO (O DE LA PELUCA)
Y EL LAGAR DE LAS ÁNIMAS.


Podemos definir prehistoria como el periodo de tiempo previo a la historia, transcurrido desde el inicio de la evolución humana hasta la aparición de los primeros testimonios escritos.
La importancia de la escritura como frontera entre la prehistoria y la historia, está en que sólo a través de los testimonios escritos, podemos conocer con certeza acontecimientos, hechos y creencias de aquellas personas que vivieron antes que nosotros.
Al no existir el testimonio escrito, la arqueología se convierte en el único medio para reconstruir los sucesos de la prehistoria a través del estudio de los restos materiales dejados por los pueblos del pasado; sus zonas de residencia, sus utensilios, así como sus grandes monumentos y sus obras de arte.
EL CERRO PLATERO.- En el Partido de Verdiales, el denominado Cerro de la Peluca, es nombrado y llamado como Cerro Platero. Es atalaya y vigía, y hasta reloj, cuando en verano, los arrieros, lecheros y chumberos, en las noches claras, partían hacia el municipio con sus productos para vender, se orientaban según la posición del lucero del alba con relación a la vertical del cerro.
Es un cerro aislado situado a poco más de 5 kilómetros de distancia de la Torre del Atabal y muy próximo a la rambla del río Campanillas, a 850 metros al Este de su orilla izquierda, entre él y los montes de Verdiales, junto a la carretera 3310 que une Málaga con Almogía y separado de esta por el arroyo de Casasola. Está rodeado por afluentes del río Campanillas. (el arroyo Negrete al Norte, el de la Piedra Horadada al Sur, y el de Casasola al Este) De aspecto acusadamente cónico en apariencia, pero en realidad es más parecido a una pirámide triangular con una mesetilla o repisa orientada a NE, con una altitud de entre los 240 y 250 metros.
Desde su cumbre, podemos divisar el monte y la torre del Atabal, tras ella, el litoral mediterráneo desde Málaga a Torremolinos. La sierra de Mijas, y en primer término el cerro de La Lanza, sierra de Cártama, sierra Blanca de Marbella por su lado septentrional, sierra Canucha, sierra de Aranda, la Torrecilla, y delante el cerro Corona y la sierra parda de Tolox. Sierra del Pinar, de Junquera, sierra de las Nieves, sierra prieta de Casarabonela, sierra de Alcaparín, (Santi Petri) cerros de Almogía, y detrás el cerro de Águila, de la Hoya y la sierra de Chimenea. El valle del río Campanillas formando una uve que nos permite gozar de una espléndida vista del Torcal de Antequera y al pie Villanueva de la Concepción. Los Montes de Málaga y en primer plano los montes de Verdiales con la ermita de la Virgen de los Dolores, y más al Sur, la torre almenara Rayna, desde la que se puede ver una espléndida panorámica de la ciudad de Málaga.
Desde los tiempos en la memoria de los vivos, se dice que en el cerro existen tumbas, pero la cultura o tradición en los verdiales para los antiguos, se limita al tiempo de los moros, y ahí empieza y termina la historia para ellos.
Los primeros habitantes del Cerro Platero, y por supuesto los más próximos al Puerto de la Torre, se remonta al periodo conocido como Neolítico, hace unos 8000 años. Llegaron desde el mar y se establecieron para dedicarse a la agricultura y la ganadería.
La Edad de Bronce confirma los asentamientos sobre el territorio, y la población crece y se estabiliza y viven en cabañas alzadas sobre áreas aterrazadas que a su vez sirven como zonas de cultivo.
Los habitantes de los distintos lugares se ubican en virtud de zonas de defensa, buscan el interior de la costa, y la altitud les proporciona por la gravedad, una magnífica arma de defensa con piedras y útiles rudimentarios. Luego los poblados desaparecen con el tiempo por cambios de vida alentados por la paz y la búsqueda de la felicidad. Pero donde hubo un poblado, y bajo la tierra, queda un cementerio o necrópolis.
El Lagar de las Ánimas al pie del Cerro Platero muy cerca del Puerto de la Torre, en una zona media de altitud del Cerro, existen innumerables tumbas que aparecen en forma de caja de piedras (cistas) habitualmente para una o dos personas.
Se conoce por algunas prospecciones, que los hombres eran enterrados con ajuares funerarios, que consistían en oro y armas, como puñales, espadas o puntas de flechas. Las mujeres eran adornadas con plata; también se ha encontrado en el Cerro algunas anillas de plata que pudieran haber servido de argollas de fijación de las empuñaduras de madera de espadas y espadines, así como también alhajas utilizadas por las mujeres.
El Puerto de la Torre nuevo, pujante y bravo en su nueva época de expansión, y en su nueva cultura, debe seguir llamando a su cerro, "El Cerro Platero", nombre tradicional y emblemático con el que popularmente se le ha venido conociendo y nombrando a través de muchos años.
EL LAGAR DE LAS ÁNIMAS
(Trabajo realizado por Ana Baldomero Navarro, José Enrique Ferrer Palma y Fernando Villaseca Díaz.)
Las noticias sobre el Lagar de las Ánimas, han sido dadas a conocer recientemente, pero en cambio las referencias que se poseían de su existencia databan de hace unos veinte años.
En 1972 nuestro compañero, Ignacio Marqués, recogió la noticia oral sobre la presencia de una acrópolis de cistas en las cercanías del Puerto de la Torre, en el término municipal de Málaga, comunicada por Manuel Muñoz, quien junto con un grupo de colaboradores del Museo Arqueológico Provincial de Málaga había realizado los dibujos esquemáticos de las plantas de algunas de las sepulturas localizadas.
Durante el año siguiente, se llevaron a cabo una serie de visitas al lugar del yacimiento integradas en el plan de prospecciones del Departamento de Prehistoria del Colegio Universitario de Málaga, localizándose parte de las sepulturas que debían componer el conjunto de la necrópolis.
(…) Años después, con motivo de la verificación de contactos con el entonces párroco del Puerto de la Torre, P. Baldomero Alonso; en su colección particular se encontraban algunos fragmentos de cerámica realizadas a mano, recogidos de las inmediaciones de la necrópolis.
(…) Durante 1983, uno de los firmantes (F. Villaseca) con motivo de una serie de prospecciones a la zona del Puerto de la Torre, tuvo la oportunidad de entrar en contacto con la familia de Fez, quienes habían reunido algunos materiales provenientes de expolios en la necrópolis, comunicando su existencia al Departamento de Prehistoria de la Universidad de Málaga. Una visita a esta colección nos evidenció que se trataban de materiales propios de ajuares de enterramiento, y se solicitó permiso para reproducirlos y publicarlos, lo que se nos concedió amablemente.
El acceso al yacimiento se verifica a través de la carretera comarcal Málaga-Antequera, una vez pasada la localidad del Puerto de la Torre. Se sitúa al noroeste de la cortijada denominad Lagar de las Ánimas, próxima ésta a la carretera; desde aquí se accede al yacimiento situado en las primeras estibaciones del Cerro de la Peluca, fácilmente visible desde la misma carretera. Geográficamente puede incluirse en el valle del río Campanillas, último tributario del Guadalhorce, en cuyo curso bajo se emplaza en un ambiente de suaves colinas desde las que se domina el valle.
La extensión del yacimiento a primera vista puede parecer muy amplia, consecuencia resultante de la dispersión de los núcleos de enterramientos. Hasta la fecha parecen constatarse al menos cuatro agrupaciones de cistas separados entre sí, no pudiéndose descartar que este número pueda ampliarse. En cambio, el espacio donde queda localizado el material de superficie, así como algunos probables restos de construcciones, no es en exceso amplio, y aprovecha un fuerte declive del cerro desde donde se divisa con claridad el valle del curso bajo del río Campanillas.
A estos emplazamientos habría que unirles la existencia de una pequeña mina de cobre, no excesivamente explotada e improductiva en la actualidad, que se sitúa en las inmediaciones del conjunto, revalorizando la importancia de este yacimiento.
Hasta la fecha han sido localizados cuatro núcleos de cistas; el más occidental se compone de cuatro sepulturas, enclavándose en las proximidades y por debajo del posible hábitat del que hemos hablado. En el núcleo central hemos constatado la presencia de cinco cistas. Algo más hacia el suroeste existe un agrupamiento de unas diez o doce cistas, algunas de ellas totalmente violadas, y por último el área más septentrional parece haber sufrido una fuerte alteración, puesto que de ella son la mayoría de las noticias que se han recogido, deduciéndosele una composición amplia, no quedando en la actualidad casi vestigios, a no ser el indicio de una sepultura. Entre los dos núcleos primeros ha sido localizada otra sepultura que parece por el momento presentarse aislada.
Sus tipos repiten un esquema similar en las distintas áreas localizadas. El tipo de roca con el que han sido realizadas destaca entre el ambiente pizarroso que a veces las rodea.
Las cistas resultan, quizás por la naturaleza de la materia prima empleada, de dimensiones algo mayores a las que podían esperarse, presentando en alguna ocasión un aspecto casi megalítico, aunque sus escasas profundidades (en aquellas que puede comprobarse su vaciado total) denoten lo contrario. Sus plantas presentan a veces laterales compuestos por varias losas de pequeñas dimensiones.
(…) Hasta que no se realicen los sondeos pertinentes resulta problemático asegurar la ubicación del hábitat que debió corresponder a los que utilizaron la necrópolis descrita. En la actualidad los materiales hallados provienen de dos áreas; una de ellas, la que reúne mejores condiciones, se sitúa en torno a una fuente de agua que ha sido en los últimos años objeto de trabajos de ampliación, al parecer con resultados negativos, estas obras han provocado un perfil artificial, casi vertical, donde aparecen restos de construcciones, aunque muy confusos. En sus alrededores se ha localizado la totalidad de los materiales que describimos a continuación y que pertenecen a las prospecciones llevadas a cabo en las cerámicas de la fuente de agua, único lugar que ha proporcionado materiales significativos, recogidos tanto por miembros del Departamento de Prehistoria de Málaga, como por el P. Alonso. La abundancia de materiales concentrados aquí debe responder a la remoción del terreno provocada por las máquinas que han realizado las labores de aterraplanamiento en las inmediaciones.
CERÁMICA.- Entre los fragmentos de cerámica que han sido localizados, pueden contarse diferentes formas: cuencos de casquete esférico, cuencos hondos, escudillas, platos y fuentes, ollas, entre otros.
METAL.- En metal se ha localizado una punta de pedúnculo, aunque sus características completas sean difíciles de precisar por presentarse fracturada en ambos extremos y en un lateral.
HUESO.- Entre los materiales recogidos por el P. Alonso se conserva un colmillo de jabalí fracturado, por lo que no se puede precisar el uso a que fue destinado. Junto a el, un fragmento de punzón realizado sobre metápodo de un ovicáprido, cortado en sentido longitudinal y alisado posteriormente. La punta en la actualidad, resulta algo roma.
SILEX.- Tan sólo se han recogido dos piezas de sílex, una de ellas es una pequeña lasca, mientras que la otra es una hoja ancha y de corta longitud, que presenta el lateral izquierdo y parte de la extremidad distal de su cara dorsal con retoques, algunos de regularización y otros de uso.
OTROS MATERIALES EN PIEDRA.- De la misma zona que el resto de los materiales mencionados proceden cuatro piezas probablemente destinadas a colgantes de forma claramente trapezoidal, y otro de forma indefinida por presentar fracturas en casi todos los perímetros.
Relacionada con el ámbito de los hallazgos descritos, dentro de la red de asentamientos propia del posible hábitat, existe una pequeña explotación de cobre. Resulta ser una mina al aire libre que hoy día se presenta alterada por la excavación reciente de un pozo para obtención de agua, situado en sus mismas inmediaciones. Adquiere la disposición de un pequeño semicírculo que probablemente contara con algún tipo de visera superior hoy día abatida, y que pudiera encubrir en la actualidad algún posible pozo o galería que siguiera la veta de afloración de mineral.
A la espera de un análisis más detenido, podemos apuntar que el entorno donde queda englobada la pequeña explotación, hoy día evidentemente improductiva, responde al complejo maláguide, y se incluye en un conjunto de areniscas silíceas de grano fino con abundante cuarzo. Los fragmentos que hemos podido obtener presentan fuertes exhudaciones; una primera visualización parece responder a calcopiritas con elementos de cuarzo.
Estamos por lo tanto ante una serie de hallazgos integrados en un área de utilización posiblemente simultánea, destacando en primer lugar su ubicación en torno al curso bajo del río Campanillas. Podría responder a uno de los hitos más cercanos en relación a los asentamientos que debieron desarrollarse en las inmediaciones de la línea de costas, y de los que sería ejemplo al menos de una tradición en este sentido, el documentado recientemente en el Cerro de San Telmo, relativamente próximo, y que ya tenía sus precedentes en la provincia en yacimientos como Cerca Niebla o Morro de Mezquitilla.
Por otra parte, su posición en la vía que supone el río Campanillas, sobre el que se levanta como una atalaya el Cerro de la Peluca, habla de la utilización temprana de un acceso tradicional desde Málaga a la vega de Antequera, que desembocaría en la cuenca alta del Guadalmedina.
Sobresale del conjunto de hallazgos una extensa necrópolis, bastante dispersa, de la que hasta el momento hemos llegado a contabilizar algo más de veinte sepulturas, aunque algunas de ellas se encuentren en bastante mal estado. Podemos relacionarlas, gracias a los materiales rescatados de su expolio, con un horizonte del bronce, en el que por ahora no puede concretarse su posible inicio, ya que el puñal-espada hallado no sería definitorio de un Bronce Antiguo o Pleno. En este sentido podría apuntarse que en la provincia de Málaga el horizonte del bronce tiene su primera constatación en habitat, en Acinipo, donde se ha identificado un momento similar al Bronce Pleno del bajo Guadalquivir, y que en Alcaide, en contexto de necrópolis, la primera utilización durante el Bronce pudiera pertenecer tanto a su fase antigua como a la plena.
(…) Pensamos que es interesante el hecho de la existencia en el terreno colindante de al menos cuatro pozos de agua que, aunque de escaso contenido actual, hablan de una cierta potencialidad, ésta habría quizás posibilitado la explotación de estas tierras por parte de las poblaciones que se establecieron en el pasado en este lugar.
Definido por el momento lo estratégico de su posición y la viabilidad de una explotación agrícola, que se intensificaría por supuesto en el valle del río Campanillas al pie del Cerro, sólo nos queda señalar que este cuadro puede llegar a ser ampliado si pudiera relacionársele algún tipo de explotación minera que aprovechase los afloramientos cercanos de cobre, ya sea el que hemos localizado o incluso otros lugares de extracción aún indocumentados. Este último aspecto podría incluso haber sido el determinante en la elección del asentamiento, ya que los trabajos de minería debieron alcanzar en estos momentos un fuerte desarrollo, como ha quedado demostrado recientemente.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El Verso en la Historia

Mis primeros versos,
te los escribí en la piedra.
Los segundos, en madera.
Los terceros, en papiro.
Los de ahora, en papel.

¡Cuántos siglos nos unen en el tiempo!

Los versos del futuro,
serán escritos
a través del pensamiento.